El papa Francisco declaró el día de hoy que los católicos divorciados que se vuelvan a casar “no están excomulgados”, por lo que pidió que la Iglesia les ofrezca “una fraterna y atenta acogida”.
En un discurso frente a unas siete mil personas en el Aula Pablo VI del Vaticano, el pontífice habló sobre cómo debe tratarse a aquellas personas que emprendieron una nueva acción tras el fracaso de su vínculo matrimonial.
“Estas personas no están para nada excomulgados, ¡no son excomulgados! Y no deben ser tratados como tales, ellos son siempre parte de la Iglesia”.
El papa puntualizó estar consciente de que esta situación “contradice el sacramento cristiano” del matrimonio, pero aclaró que la institución siente el deber, por amor de la verdad, de discernir bien las situaciones.
“Por esto es importante que el estilo de la comunidad, su lenguaje, sus actitudes, sean siempre atentos a las personas, a partir de los pequeños. Ellos son quienes sufren más por estas situaciones”, señaló.
Para el pontífice, lo más importantes es que no se les agreguen otros pesos más a esos hijos, de los que ya cargan, y por eso consideró que es vital que todos ellos sientan a la Iglesia como una madre atenta, y siempre dispuesta a escuchar y al encuentro.
“En estos decenios, en realidad, la Iglesia no ha sido ni insensible ni perezosa. Ha crecido mucho la conciencia de que es necesaria una fraterna y atenta acogida, en el amor y en la verdad, hacia los bautizados que han establecido una nueva convivencia después del fracaso del matrimonio sacramental”.
En octubre próximo tendrá lugar la asamblea del Sínodo de Obispos en el Vaticano, en donde se analizará cómo es que los católicos deben afrontar los actuales desafíos para la familia.
Informaqción de: lopezdoriga.com
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