El diputado Alejandro Robles Gómez (Morena) informó que impulsa una iniciativa para que deje de haber identidad entre la presidencia de la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) y la del Consejo de la Judicatura Federal (CJF), a fin de que la persona que presida el Consejo también sea elegido por voto universal y directo.
En un comunicado, indicó que con ese objetivo suscribió una iniciativa para reformar el artículo 100 de la Constitución para que la persona que presida el CJF sea diversa a la persona ministra que preside la Corte y sea electa por voto universal y directo.
Robles Gómez mencionó que la presidenta del CJF es también la presidenta de la SCJN, lo cual la convierte en juez y parte, por tanto, la tarea investigadora y sancionadora del Consejo se inhibe.
Tal como sucedió durante la presidencia Luis María Aguilar Morales, época en la que los actos de corrupción se incrementaron sobremanera, añadió.
De 2015 a 2018 se causaron daños al erario público por más de 34 millones de pesos, a través del entonces director de inmuebles y mantenimiento del Consejo, Francisco Javier Pérez Maqueda, designado directamente por el ministro Aguilar Morales, quien por medio de recursos provenientes del fideicomiso de Administración e Inversión para el Desarrollo realizó obras con sobrecostos, mediante engañosas cotizaciones.
Otro ejemplo de corrupción, señaló el legislador se dio también durante el sexenio de Aguilar Morales y es el vergonzoso caso en el que se vendieron exámenes para acceder a cargos de jueces federales, muchos de los cuales, junto con algunos magistrados, operaron redes de corrupción para tramitar asuntos en los tribunales, liderados por el magistrado Jorge Camero.
"Se licitaron a modo contratos de telefonía a sobreprecio; y hasta se toleró que cárteles del narcotráfico dieran protección institucional a jueces y magistrados federales en Jalisco", agregó.
Robles Gómez consideró que es urgente iniciar un proceso real y profundo de transformación del Poder Judicial y esa transformación debe iniciar desde el CJF.
Señaló que el Poder Judicial no tiene contrapesos en su interior, lo que sí sucede en el Poder Legislativo y su autoridad sancionadora.
Por ello, "el combate de la corrupción al interior del Poder Judicial se convierte en una farsa, a todo esto, debemos añadir la opacidad que rodea a dicho poder", concluyó.