En España está todo listo para que hoy viernes haya cambio en la cúpula del gobierno. Mariano Rajoy, del Partido Popular (PP), dejará su sillón presidencial en el Palacio de la Moncloa a Pedro Sánchez, líder del Partido Socialista Obrero Español (PSOE).
Sánchez ató ayer jueves una mayoría en el Congreso de los Diputados para votar hoy una moción de censura a Rajoy, que terminaría así pagando el costo político por la condena judicial al PP por una trama de corrupción. Sánchez ha recibido el respaldo de seis partidos para sumar los 180 votos, por encima de la mayoría absoluta de 176 necesaria para tomar el poder inmediatamente una vez votada la censura. El Congreso de los Diputados está integrado por 350 legisladores.
Una eventual partida de Rajoy desencadenaría una segunda crisis política en el sur de Europa, lo que agitó aún más a los mercados, ya afectados por el bloque político. No obstante, como la mayoría de los partidos españoles está a favor de respetar las reglas fiscales de la Unión Europea, los inversores parecían ver menos riesgo de un cambio abrupto de gobierno que en Italia, donde los ahora partidos dominantes han puesto en duda su compromiso con el euro.
Duro debate.
Poco antes de asegurar el respaldo clave del Partido Nacionalista Vasco (PNV), Sánchez le dijo a Rajoy que aún había tiempo para que renunciara y evitar la humillación de ser el primer presidente español en caer por una censura. "Dimita y esta sesión de censura habrá terminado aquí y ahora", dijo Sánchez a Rajoy durante su primera intervención ayer en el Congreso. "Su soledad constituye el epitafio de un tiempo político que ha terminado", agregó.
"Su permanencia al frente de la presidencia del gobierno es dañina, y es un lastre no solo para España sino para su partido", le espetó Sánchez a Rajoy en los debates, dominados por duros cruces de acusaciones entre ambos.
"Aquí de lo que se trata es de que el señor Sánchez llegue. Todo lo demás es literatura (...) lo importante es que llegue, eso sí, sin pasar por las urnas", le recriminó Rajoy, que desde fines de 2016 ha gobernado en minoría en la Cámara.
Rajoy acusó además a sus rivales socialistas de "venir al Congreso de los Diputados a mentir", afirmando que en la sentencia del caso Gürtel "no existe una línea (...) donde figure una condena penal al gobierno de España o al PP".
La interna
El PP teme que se desate una guerra interna para decidir si Mariano Rajoy sigue como líder de la oposición y del partido después de salir de La Moncloa. Tras una jornada marcada por el debate sobre la conveniencia de que el presidente dimitiera, la secretaria general del PP, María Dolores de Cospedal, avanzó que "en su momento" se comunicará qué papel asume ahora su líder. En todo caso, dirigentes de peso reclaman que Rajoy abra una ronda de consultas para evaluar si cede el paso a otro, informó ayer el diario El País de Madrid.
Ayer, el líder de Podemos, Pablo Iglesias, instó a Sánchez a construir una mayoría parlamentaria para que el Ejecutivo que resulte de la censura a Rajoy no esté sustentado solo por los 84 diputados del PSOE sino por los 156 de Podemos y sus aliados. Iglesias ha aseverado que la obligación de Sánchez es presentar un programa de Gobierno y no mantener los Presupuestos Generales del Estado para 2018 del PP, claves para asegurarse el respaldo del PNV.
El tono entre los dos dirigentes que compiten por la hegemonía en la izquierda española ha sido cordial, muy alejado del enfrentamiento que ha caracterizado a ambas formaciones. La prioridad de sacar al PP del Gobierno se impuso a las diferencias.
Con información del diario el país, España
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