Decenas de sacerdotes católicos y trabajadores religiosos marcharon por calles de Ciudad Altamirano, en protesta de la serie más reciente serie de secuestros, asesinatos y asaltos contra curas.
Los manifestantes, encabezados por el obispo Maximino Martínez, exigieron la liberación del padre Gregorio López Gorostieta, que aparentemente fue secuestrado de un seminario el pasado lunes.
Su camioneta fue hallada abandonada y la Iglesia ha reportado el incidente a la policía, si bien aún se desconoce el motivo de su desaparición.
La violencia de parte de los cárteles de la droga ha convertido a la región de Tierra Caliente de Guerrero en una de las más peligrosas de todo México.
Al menos dos sacerdotes han sido asesinados en Guerrero este año y varios han sido secuestrados o heridos en intentos de asalto.
Información de: El Financiero
Imagen de: INFO7