En México la familia va más allá de representar el núcleo de la sociedad, pues este concepto está destinado a prevalecer y sufre una reestructuración profunda, con diferentes vínculos.
La familia es un grupo de personas emparentadas entre sí que viven juntas o bien un conjunto de ascendientes, descendientes, colaterales y afines de un linaje, de acuerdo con definición de la Real Academia Española.
Ahora la familia conlleva a formar pensamientos de otro tipo, a ser más tolerantes, incluir en la sociedad a familias alternas, extensas, de padres del mismo sexo, divorciados y monoparentales.
La maestra Katia Villafuerte explicó que en la actualidad hay familias diferentes; “el concepto al que estamos acostumbrados -que es padre, madre e hijos- se ve muy diferente, está muy alejado de la realidad, pues desde hace unas décadas el concepto se ha ido modificando”.
Explicó que la familia nuclear está compuesta por el padre, la madre y los hijos tenidos en común, todos residiendo bajo el mismo techo, en tanto que la familia extensa incluye al resto de parientes y a varias generaciones en estrecha relación afectiva y de convivencia.
Villafuerte Cardona refirió que en las familias monoparentales, de uno de los progenitores puede faltar y el otro se queda solo con los hijos “en este caso es frecuentemente la madre es la que se hace cargo de la educación y manutención de los menores” de edad.
Además, el concepto de familia se amplió para acoger a uniones consensuadas o no matrimoniales, lo que dio lugar a la formación de nuevas familias en donde los hijos del matrimonio pueden llegar por adopción, por reproducción asistida o de uniones anteriores.
“Lo que hay que dejar claro es que ni la madre, ya sea de una familia biparental o monoparental, tiene que dedicarse en exclusiva al cuidado de los hijos, ni el padre limitarse a ser el proveedor de recursos para la subsistencia de la familia”, subrayó la especialista en sicología organizacional.
Ambos tienen los mismos derechos, las mismas obligaciones y pueden desarrollar actividades fuera del hogar, además de que los dos pueden estar al pendiente del cuidado y la educación de los hijos; “existen familias en las que los padres no sólo cuidan a los hijos, sino también a sus padres”.
Asimismo enfatizó que los matrimonios no duran como antes y al disolverse, se atraviesa un proceso de separación y divorcio que viven tanto los implicados como los hijos; eso lleva “muy frecuentemente a una nueva relación, constituyendo nuevas familias con la incorporación de los hijos de ambos”.
“Esto no es un problema, sino todo lo contrario, a los niños estas situaciones bien orientadas les ayuda a comprender la diversidad y volverse más empáticos para que sepan que hay otro tipos de familias que también deben ser bien aceptadas por la sociedad”, enfatizó.
La intolerancia radica en que “los individuos que formamos la sociedad no somos capaces de ver las diferencias familias que hay y mucho menos entenderlas; como nos cerramos, nos volvemos inflexibles y hasta juzgadores, cuando todas estas diferencias nos pueden dejar algo positivo” abundó.
En el marco del Día de la Familia en México, establecido para fomentar la integración y unión familiar, la especialista exhortó a los integrantes de la sociedad a ser tolerantes y aceptar a las familias diferentes, pues “lo importante es edificar una cultura favorable y a través de la educación”.
Señaló que el primer domingo de marzo muchas familias se reúnen en casa, actividad que se debería realizar más a menudo para de esa manera ejercer la unión y formar ciudadanos tolerantes en el país, pues “los mexicanos pensamos que la familia es el valor más importante dentro de la sociedad”.
Katia Villafuerte Cardona resaltó que nacer y crecer dentro de una familia, con padres, madres, abuelos, tíos, hermanos, forma seres humanos conscientes de temas y situaciones que aquejan a la sociedad.
“Crecer dentro de una familia donde promuevan valores y den el ejemplo de hacer bien, contribuirá a formar jóvenes, y por ende, adultos responsables, honestos, trabajadores. El punto es evitar el resquebrajamiento de las familias y así formar ciudadanos ejemplares, alejados de vicios”, consideró.