A medida que las misiones de la NASA exploran el Sistema Solar y buscan nuevos mundos, la agencia espacial estadounidense se acerca a encontrar vida fuera de nuestro planeta; y está segura de encontrarla antes de una década.
“Las actividades de la NASA han proporcionado una ola de descubrimientos asombrosos relacionados con el agua en los últimos años que nos inspiran a seguir investigando los orígenes y las fascinantes posibilidades de otros mundos, y la vida en el universo”, dijo Ellen Stofan, jefa científica de la agencia.
“Creo que vamos a tener fuertes indicios de vida más allá de la Tierra dentro de una década, y creo que vamos a tener evidencias definitivas dentro de 20 o 30 años. Sabemos dónde buscar y sabemos cómo buscarlo”, explicó.
John Grunsfeld, uno de los jefes de la misión científica de la NASA, compartió el optimismo de Stofan: “Creo que estamos solo a una generación (de encontrar vida), ya sea en una luna helada o en Marte”.
Tal vez los mundos de agua más sorprendentes son las cinco lunas heladas de Júpiter y Saturno que muestran una fuerte evidencia de océanos bajo sus superficies: Ganímedes, Europa y Calisto en Júpiter; y Encélado y Titán en Saturno.
Los científicos que usan el telescopio espacial Hubble de la NASA presentaron recientemente poderosas evidencias de que Ganímedes tiene un océano de agua salada debajo de la superficie, probablemente intercalado entre dos capas de hielo.
Europa y Encélado se cree que tienen un océano de agua líquida bajo su superficie en contacto con la roca rica en minerales, y puede tener los tres ingredientes necesarios para la vida tal como la conocemos: agua líquida, elementos químicos esenciales para los procesos biológicos y fuentes de energía que podrían ser utilizados por los seres vivos.
La misión Cassini de la NASA ha revelado a Encélado como un mundo activo de géiseres helados. Otras misiones también han encontrado indicios de agua en los cráteres en sombra permanente sobre Mercurio y la Luna.
En Marte, la NASA ha encontrado pruebas claras de que el planeta rojo tuvo agua en su superficie por mucho tiempo en el pasado distante. El rover Curiosity descubrió un antiguo lecho del río que existía en medio de condiciones favorables para la vida tal como la conocemos.
La misión Dawn de la NASA, mientras, está estudiando Ceres, que es el cuerpo más grande del cinturón de asteroides entre Marte y Júpiter. Los investigadores piensan que Ceres podría tener una composición rica en agua similar a algunos de los organismos que trajeron agua a los planetas rocosos interiores, incluida la Tierra.
Con el estudio de los exoplanetas -planetas que orbitan otras estrellas- se está más cerca que nunca de averiguar si existen otros mundos ricos en agua como el nuestro. Cada estrella tiene una zona habitable, o un rango de distancias a su alrededor, en el que las temperaturas no son ni demasiado calientes ni demasiado frías para que exista agua líquida.
De resultar ciertos estos cálculos, habrá que esperar un máximo de diez años para confirmar lo que siempre hemos soñado: no estamos solos en el Universo.
Información de: El Pais
Imagen de: NASA