Tras 15 meses de investigación, la Secretaría de Comunicaciones y Transportes (SCT) encabezada por el Ingeniero Javier Jiménez Espríu, se concluyó que de acuerdo con las investigaciones, el 13 de diciembre -11 días antes del accidente aéreo donde perdieron la vida la gobernadora de Puebla, su esposo y tres personas más- el helicóptero ya presentaba fallas.
Durante la conferencia matutina del Presidente Andrés Manuel López Obrador, el funcionario detalló que de acuedo al dictamen la aeronave no debió haber volado el 24 de diciembre del 2018:
“Desde el 17 de diciembre… el helicóptero (Augusta) presentaba fallas no estaba aeronavegable”, y agregó “ y atribuyó a la empresa Servicios Aéreos Altiplano (SAASA) la falta de mantenimiento del helicóptero.
“No debió haber volado (el helicóptero), debió haber estado en tierra, es una falla enorme”, señaló el secretario de Comunicaciones, Javier Jiménez Espriú.
La SCT explicó que se detectó en la aeronave una falla en los actuadores lineales que mueven las aspas del motor principal.
En la presentación expuesta por la SCT, el análisis del actuador lineal de alabeo el cual fue escaneado por medio de una tomografía computarizada, se descubrió que en dicho actuador (del Sistema de Aumento de Estabilidad número 1, habían 2 tornillos sueltos.
Fragmento de la presentación realizada por la SCT
Fue la “Pérdida de control del helicóptero debido a un alabeo repentino hacia la izquierda, que no fue recuperado por el piloto al mando, provocando que el helicóptero se invirtiera en vuelo e impactara con esa configuración contra el terreno”, enfatizó.
La SCT descartó algún material ajeno que pudo haber causado la falla:
“No se observaron indicios de materiales ajenos (pájaros) o que ocurrió un sabotaje por explosivos, esto fue un claro consenso de todos”.
(La explicación de los tornillos puede observarse en el minuto 46:16 de la video conferencia).
Redacción