El candidato de la coalición Todos por México, José Antonio Meade, a través de un comunicado publicado en su página oficial de campaña, respondió a pregunta realizada por el Presidente Nacional de la Confederación Patronal de la República Mexicana (COPARMEX), Gustavo A. de Hoyos Walther.
La pregunta que realizó el presidente fue la siguiente: ¿Qué acciones concretas propone para impulsar la excelencia y pertinencia de la educación media superior y superior, así como su adecuada vinculación con las oportunidades de mayor potencial para el país? Queremos saber qué, cómo, para cuándo y con qué recursos.
Así fue como el aspirante a la presidencia de México contestó esta pregunta:
Excelencia y pertinencia son, en efecto, las dos vías necesarias para enfrentar el reto educativo actual: excelencia en la formación ética y académica de las y los jóvenes egresados de la educación media superior y superior; y pertinencia de esta formación para cubrir las necesidades del país y de quienes habrán de contratar a los futuros profesionales.
Me gustaría comenzar por subrayar que todo lo que invirtamos en el desarrollo de la educación es una inversión en el futuro de México y de su gente. Las naciones que hoy consideremos desarrolladas o que están en vías de lograrlo han hecho fuertes inversiones en materia de educación, y eso mismo es lo que me propongo hacer en México: incrementar la inversión federal y estimular la inversión privada y la de los gobiernos estatales y municipales en temas de educación, ciencia, tecnología e innovación para alcanzar el 1.5% del PIB. Si bien es cierto que es preciso fortalecer la inversión pública, es un hecho que, en la mayoría de los países con liderazgo en ciencia e innovación, la participación del sector privado es más alta que en México (las empresas financian el 3.3% de la investigación en el sector público, cifra debajo del promedio de la OCDE, que es de 9%). Hay muchas vías para estimular esta mayor participación del sector privado -fiscales, regulatorias, uso de patentes- y mi gobierno estará totalmente abierto a usarlas a fin de lograr la inversión que el desarrollo de México requiere.
En México sólo el 17% de la población de entre 25 y 64 años tiene estudios de educación superior, la proporción más baja entre los países de la OCDE (20 puntos porcentuales abajo del promedio, que es de 37%). Además, más del 44% de los egresados de licenciatura estudian ciencias sociales, administrativas y derecho, 13% temas vinculados con la educación y sólo un poco más del 20% son del área de ingeniería, manufactura y construcción.
Esto demuestra dos cosas. La primera es que nos faltan profesionales, es decir que debemos lograr que suba el porcentaje de los jóvenes con educación superior (que en promedio ganan el doble de quienes sólo tienen prepa). La segunda es que, además, debemos lograr que un porcentaje mayor de ellos se orienten a áreas donde puedan crear e innovar. Estoy convencido de que el futuro del país depende precisamente de la capacidad de crear e innovar.
Hoy somos una potencia manufacturera, exportadora, pero creo que necesitamos no sólo consolidarnos como una economía centrada en la eficiencia sino también en trascender esa posición y convertirnos pronto en una economía creativa, de innovación y de valor agregado, en la que cual nuestro conocimiento e imaginación sean los principales ingredientes para forjar un nuevo y mejor futuro. Tenemos que transitar de forma acelerada a una economía que pueda transformar el talento mexicano en desarrollo y bienestar y eso supone dar un nuevo y decidido impulso a la educación en las áreas de la ciencia, la tecnología y la innovación.
Mi propuesta es impulsar la creatividad, la ciencia, la tecnología y la innovación a través, principalmente, de dos vías: a) la renovación de nuestras instituciones de educación superior y b) el desarrollo y la atracción de talento. Veo en esto el motor de un país emprendedor y altamente competitivo en el 2024, y en el cual todos los mexicanos puedan desarrollar sus habilidades y con ello las oportunidades necesarias para progresar y alcanzar el bienestar que desean.
En lo que toca a la transformación de las instituciones de educación superior para que todos los aspectos de su vida estén permeados por una cultura de la innovación y la creatividad, me parece que se trata de una necesidad urgente por lo que la pondremos en marcha en los primeros 100 días de mi gobierno.
El objetivo es que los nuevos egresados cuenten con habilidades para innovar -adquiridas en proyectos con el sector productivo – y que ello les abra tanto oportunidades en el plano laboral como posibilidades de convertirse en emprendedores.
Mis propuestas incluyen:
- Crear un nuevo marco normativo para las instituciones de educación superior.
- Repensar las carreras con base en las necesidades actuales y futuras del país y atendiendo a los requerimientos del sector productivo. Ofertar especializaciones ágiles.
- Fomentar el pensamiento innovador. Impulsar una nueva cultura del aprendizaje.
- Conformar sistemas conectados en red.
- Asumir nuevos modelos de vinculación con las empresas.
- Instalar laboratorios FabLab, o laboratorios locales en donde los estudiantes pueden experimentar e interactuar.
- Compartir procesos para la innovación. Formar profesionistas emprendedores.
- Revolucionar las opciones de aprendizaje en línea
- Aumentar significativamente la inversión en tecnología.
- Convertir a la ANUIES, la Asociación Nacional de Universidades e Instituciones de Educación Superior, en uno de los pilares para impulsar la innovación
En lo que toca al desarrollo y la atracción de talento, también en los primeros 100 días de mi gobierno estableceré un Programa nacional de formación, atracción y retención de talento que desarrollará las siguientes propuestas:
- Becar a estudiantes que se concentren en temas prioritarios para el país.
- Transformar el Programa de Becas de Conacyt en un sistema de formación de talento.
- Crear estrategias enfocadas en el desarrollo de habilidades relacionadas con la innovación.
- Crear programas de prácticas profesionales, servicio social y titulación.
- Definir líneas de investigación estratégicas para la formación en ciencia y humanidades.
- Fortalecer y armar redes temáticas de científicos que trabajen en los principales retos nacionales.
- Apoyar proyectos de investigación insignia para la formación de talento en ciencia básica o aplicada.
- Impulsar un programa de atracción y retención de talento científico y de humanidades en temas prioritarios.
- Desarrollar una Plataforma de gestión de Talento.
Información de: Meade18.com