Australia, Brunei, Canadá, Chile, Japón, Malasia, México, Nueva Zelanda, Perú, Singapur, Estados Unidos y Vietnam anunciaron hoy un histórico acuerdo para forjar la Alianza Transpacífica (TPP), la zona de libre comercio más grande del mundo.
“El acuerdo logra la meta que nos impusimos: un acuerdo, ambicioso, integral, de altos estándares y balanceado que beneficiará a los ciudadanos de nuestros países”, señaló en rueda de prensa en Atlanta, el Representante Comercial de la Casa Blanca, Michael Froman.
Los negociadores, reunidos en Atlanta, resolvieron el fin de semana los últimos escollos pendientes, incluidos los diferendos sobre las protecciones a la industria farmacéutica, productos lácteos, endulzantes y automóviles.
La TPP, negociada durante los últimos cinco años y que representa el 40 por ciento del comercio global, desfasará los aranceles en todos los productos que se comercian en la zona, con excepción de la carne de res en el caso de Japón y de algunos productos lácteos, tema sensitivo para Nueva Zelanda.
El presidente Barack Obama aplaudió las conclusiones del acuerdo y destacó que incluye los compromisos laborales y ambientales más fuertes que cualquier otro acuerdo, promueve un Internet abierto y refuerza las “relaciones estratégicas” con sus socios y aliados en la región.
“Si podemos hacer que el acuerdo llegue a mi escritorio, podemos ayudar a nuestros negocios a vender más bienes y servicios ‘Hechos en Estados Unidos' ”, señaló Obama en una declaración.
La Casa Blanca destacó asimismo que la TPP promoverá los más altos estándares de transparencia y anti-corrupción de la historia, pues obliga a los países a ratificar o aceptar la Convención de Naciones Unidas Contra la Corrupción (UNCAC).
Froman reveló que los últimos acuerdos se alcanzaron a las 05:00 horas de este lunes y agradeció a los representantes comerciales de los otros 11 países haber permanecido el fin de semana a pesar de que el plazo para la conclusión del acuerdo era el 2 de octubre.
El Representante Comercial de la Casa Blanca indicó que funcionarios de los 12 países continuarán trabajando para finalizar el texto, a fin de que pueda ser firmado y procedan con los procesos de ratificación interna.
En el caso de Estados Unidos, requiere aún ser ratificada por el Congreso de Estados Unidos, donde enfrenta la oposición del Partido Demócrata pese a ser un proyecto impulsado por el presidente Barack Obama.
Estados Unidos espera incrementar sus exportaciones en 125 mil millones de dólares para el año 2025.
Se trata de una de las mayores iniciativas pendientes en el segundo periodo del presidente estadunidense, cuyo desenlace fue similar a la pelea de Bill Clinton contra los demócratas para aprobar el Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN) con México y Canadá en 1993.
Froman señaló que la administración Obama iniciará de inmediado un proceso de consultas para explicar los alcances y los beneficios del acuerdo como parte del proceso de ratificación de Estados Unidos.
“Confiamos que la gente verá este como un acuerdo fuerte y consistente con la dirección del Congreso en relación con la Vía Rápida”, señaló.
Sin embargo una coalición de organizaciones sindicales como la AFL-CIO y grupos ambientalistas estadunidenses se opone al acuerdo bajo el argumento de que beneficia a las grandes corporaciones pero no a los trabajadores.
En el plano político, el acuerdo ha sido repudiado por el aspirante presidencial demócrata Bernie Sanders, mientras que la ex primera dama Hillary Clinton se ha reservado su opinión final hasta conocer los detalles del acuerdo.
En el campo republicano, el millonario Donald Trump consideró las conclusiones como un “mal acuerdo”.
Cuestionado sobre el impacto que la coyuntura electoral de Estados Unidos podría tener en la ratificación de la TPP en 2016, un año electoral, Froman declinó hablar del contexto político y se limitó a señalar que su responsabilidad era completar un buen acuerdo.
En el caso de Estados Unidos, la TPP debe ser considerada bajo el mecanismo de la Autoridad de Promoción Comercial (TPA), conocida popularmente como “Vía Rápida”, renovada en junio pasado por el Congreso.
Bajo la Vía Rápida, los legisladores sólo pueden emitir un voto afirmativo o negativo, pero no tienen posibilidad de enmendar el acuerdo.
Las reglas de la TPP obligan a la Casa Blanca a esperar un periodo de 90 días antes que el acuerdo pueda ser firmado, por lo que el proceso legislativo formal empezará, en el caso estadunidense, hasta el 2016.
Información de: Notimex
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