Ayer, durante la sesión de la Comisión Permanente, la senadora Andrea Chávez Treviño expresó un posicionamiento que ella consideró era en defensa de los migrantes mexicanos ante la propuesta promovida por legisladores republicanos en Estados Unidos para gravar las remesas enviadas por connacionales.
A través de un comunicado, la senadora calificó la iniciativa como una medida “injusta”, “profundamente arbitraria y políticamente oportunista” que no sólo perjudicaría a millones de familias binacionales, sino que resultaría económicamente inviable.
“Con el permiso de nuestras y nuestros hermanos migrantes que piscan algodón, que recogen las berris, que limpian hogares ajenos, que cocinan y sirven comida en los Estados Unidos, que ayudan en el campo, en las empresas, en las universidades, que levantan a dos países con el esfuerzo de ellos, de sus familias…”. En un acto de reconocimiento a quienes, dijo, “han dejado atrás sus hogares, sus tradiciones, su idioma y sus sabores” y pidió un aplauso para quienes levantan a Estados Unidos y a México por igual.
La legisladora celebró que, pese a las diferencias históricas con sectores de la oposición, se mostrara un consenso en contra de esta medida: “Quiero celebrar que después de varios meses en que ha sido muy difícil llegar a consensos básicos con la oposición, incluso en temas tan delicados como el de la soberanía nacional, hoy por fin en este Senado de la República se cierren filas, en torno a los intereses de México y de nuestros paisanos”.
Chávez advirtió que, aunque ciertos sectores opositores puedan sumarse “sólo hoy por un cálculo político”, lo fundamental es que se reconozca el carácter perjudicial de esta iniciativa: “Lo importante es que hoy sí se suman todas y todos al rechazo de esta propuesta que francamente es injusta”.
Señaló que el impuesto planteado por legisladores estadounidenses implicaría una triple carga tributaria para los migrantes, sin que estos reciban los beneficios sociales derivados de esos recursos.
Apeló al análisis económico para demostrar la inviabilidad de la medida, señalando que el costo administrativo de implementar dicho impuesto sería superior al beneficio recaudatorio.
La senadora advirtió que esta política incentivaría el uso de vías informales para el envío de dinero, además que el impuesto propuesto reducirá drásticamente el flujo de remesas enviadas por los cauces formales del sistema financiero: “podrían pasar los cuatro años de la administración del presidente Donald Trump sin que Estados Unidos recaudara ni un solo dólar, dañando a las familias binacionales y también a las familias estadounidenses”.
Finalmente, la morenista acusó a los republicanos de usar esta medida con fines de rentabilidad política: “no tiene rentabilidad económica y aún menos rentabilidad social, cabe pensar que el único incentivo… es una supuesta rentabilidad política, pues como tantas otras propuestas realizadas en los últimos meses, esta no deja de ser un mensaje para la base electoral”.
Por último, hizo un llamado a la inteligencia estratégica frente a la provocación extranjera: “Hay que abordarlo como lo ha hecho anteriormente, la doctora Claudia Sheinbaum Pardo… manteniéndonos en el camino que mejores frutos está entregándole a nuestra patria, el de la coordinación, pero nunca el de la subordinación”.
Redacción