Los rituales de Año Nuevo no son exclusivos de México, pues la gente alrededor del mundo espera que en los próximos 365 días les vaya mejor que en los 12 meses anteriores que acabaron.

En México como en otros países latinoamericanos hacemos los rituales de comer las 12 uvas al ritmo de las campanadas, salir con las maletas para poder viajar o comprarse ropa interior roja y amarilla, para el amor o el dinero.

Pero también hay otros rituales en otros países que no son comunes en México, y que podrían ayudar para innovar los rituales que realice al momento de las 0:00 h.

Quema de Muñecos

Países como Argentina, Ecuador y Honduras elaboran muñecos los cuales queman como forma de limpieza y purificación, dejando en cenizas los malos recuerdos del año que acaba.

En Argentina hay muñecos de personajes ficticios y políticos. Mientras que en Honduras la misma festividad se llama “reventar el pichingo”.

Hombres disfrazados de viudas

Los hombres ecuatorianos compran pelucas y prótesis para colocárselas en el pecho, con el fin de disfrazarse de viudas despidiendo al año viejo.

Estos hombres salen a la calle para seducir a todos los que pasan, con atuendos atrevidos y exóticos, con el fin de conseguir dinero para pagar el funeral del año que está a punto de acabar.

Ropa interior blanca

En México tenemos la costumbre de usar ropa interior roja y amarilla, pero los brasileños la usan blanca.

Debido a que en esa parte del mundo se festeja el año nuevo en pleno verano, los brasileños pueden salir con sus trajes de baño o bikinis para celebrar, los cuales deben ser blancos para alejar la mala suerte.

En El Salvador el ritual de Año Nuevo consiste en reventar un huevo y ponerlo en un vaso con agua. Este debe dejarse en una ventana toda la noche y la forma que tome la yema definirá su suerte.

Los europeos no son escépticos en el Año Nuevo, puesto que también tienen una variedad de rituales.

Como es el romper platos en las puertas de sus amigos para brindarles suerte en Dinamarca; elegir a la primera persona para entrar a la casa después de medianoche, quien brindará suerte a la familia en Grecia; así como tirar helado en Suiza.

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