La doctora en Ingeniería Electrotécnia por la Universidad de Duisburgo en Alemania comentó que la industria química, petrolera y en general los procesos que involucran transporte de fluidos deberían contar con sistemas de monitoreo automático, seguros y eficientes, a fin de evitar accidentes con fluidos altamente volátiles o contaminantes, porque provocan un gran impacto en el medio ambiente, daños en la sociedad y en la economía en general. Por ello, su propuesta es colocar el sistema VIVIUNAM en las redes de control de distribución para reportar al responsable de la instalación la presencia de disturbios y aplicar planes de contingencia adecuados.
En diversas redes, como la del sistema Cutzamala, la planta de bombeo de Xotepingo (ciudad de México) o las redes de distribución de Pemex, los ductos disponen de medidores de presión y fluidos, sin embargo, usan únicamente los datos para fines administrativos, en lugar de aprovecharlos para detectar fugas y corregir el problema, comentó Cristina Verde.
El trabajo experimental donde se emularon las fugas fue en un ducto piloto de 200 metros de largo con un diámetro de 10.4 centímetros, instrumentado con sensores de presión y gasto. El VIVIUNAM se operó desde una laptop de forma automática y se comprobó la eficacia de los algoritmos desarrollados por los académicos del II-UNAM.
La tecnología utilizada para diagnosticar fugas se basa en balances de masas, miden gastos, presión y temperatura en los extremos de un ducto sin tomas laterales. La calibración de cada modelo se realiza de acuerdo a la topología y propiedades físicas del ducto y fluido en cuestión. Esta técnica es económica, ya que no requiere sensores adicionales a los disponibles en los ductos de distribución, el software sólo requiere los datos de la red de distribución para que el algoritmo funcione, finalizó la académica universitaria.
Información de: AGENCIA ID/DICYT
Imagen de: DICYT