Como parte de las actividades de la Feria Aeroespacial México (Famex) 2015 efectuada en abril, la empresa Oaxaca Aerospace presentó el primer prototipo del avión Pegasus PE-210A desarrollado con tecnología mexicana.
Una de las características que distingue al Pegasus PE-210A de otras aeronaves es la configuración de una de sus alas, la cual permite un aparato más maniobrable, ágil y que puede evitar su desplome, resaltó el subdirector del corporativo de la firma, Rodrigo Fernández González.
Además, este modelo cuenta con una cabina de dos plazas con controles de mando en cada una, cuyo diseño no es común en las aeronaves, una hélice enductada en la parte trasera del avión y un motor acrobático, detalló.
En un comunicado del Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (Conacyt), Fernández González destacó que la aeronave cuenta con un software de última generación para el diseño, modelado y simulaciones de comportamiento aerodinámico.
Entre los objetivos de la empresa es que la aeronave alcance una velocidad de alrededor de 400 kilómetros por hora, con un techo de servicio (altura máxima de vuelo) de ocho mil pies, mencionó Fernández González.
“Queremos que sea un avión más rápido, más ágil y con bajos costos de operación. La idea de hacerlo en México es incentivar proveedores locales y por ende bajar los costos de producción a través de la mano de obra nacional”, puntualizó.
También buscan un avión acrobático que pueda funcionar como un entrenador básico para las fuerzas militares y para beneficio de la policía de seguridad pública, así como para aficionados de la aviación y pilotos privados.
La compañía tiene convenios de colaboración con el Instituto Politécnico Nacional (IPN) para la certificación, con la Universidad Nacional de Aeronáutica en Querétaro en los aspectos técnicos, con universidades de Oaxaca y expertos de la red TechBa Montreal.
En la actualidad se llevan a cabo pruebas de vuelo en colaboración con el Politécnico, además la compañía desarrolla de lo que será el segundo prototipo de la aeronave, esto con el fin de mejorar las ventajas de la primera versión, destacó Fernández González.
"La idea es poder levantar el avión sobre la pista. Todas las pruebas que realizamos se reportan a la Dirección General de Aeronáutica Civil de la Secretaría de Comunicaciones y Transportes (SCT)", dijo.
Se espera que dentro de cuatro años la empresa, que ha recibido financiamiento del Conacyt desde 2011, alcance una producción de 12 aeronaves.