Así, como no queriendo y con el sufrimiento hasta el final, los Patriotas de Nueva Inglaterra regresaron al sendero del triunfo al imponerse 19-14 a los Bucaneros de Tampa Bay. En un partido que se cerró sobre el final, y en el cual, hay que decirlo, pudo ganar cualquiera.
En la previa se advertía sobre un verdadero bombardeo aéreo. Las carencias defensivas de ambos equipos para cubrir el pase, combinadas con las fortalezas de ambos mariscales presagiaban una verdadera guerra, y así fue, Tom Brady terminó el encuentro con 303 yardas, mientras que Jameis Winston lo hizo con 334. Los dos consiguieron un pase de anotación, sin embargo, el QB de Nueva Inglaterra fue interceptado en una ocasión, mientras que el de Tampa se fue libre.
Entre toda esta locura aérea también existieron otros protagonistas. Más allá del resultado, en Tampa se deberán estar preguntando los porqués de la derrota. Además de la buena actuación de Jameis Winston, recuperaron a su corredor estelar Doug Martin, quien venía de una larga suspensión. Martín terminó el duelo con 74 yds y un TD. El tema para Tampa radica en su pateador. El veterano Nick Folk falló tres goles de campo cuando su equipo más lo necesitó. Finalmente esos puntos representaron una diferencia fatídica para los Bucaneros.
Pese a que los Patriotas dominaron la mayor parte del tiempo el marcador, Tampa Bay logró meterle tensión al juego en el último cuarto. Incluso, llegaron a ponerse a tan solo dos puntos, e intentaron una patada corta que no lograron recuperar. Gostkowski puso números definitivos con un largo gol de campo. Los locales lo intentaron en la última serie, llegaron a la yarda 20 rival y murieron de pie, tras un pase incompleto.
Con esta victoria, Nueva Inglaterra le mete presión a Buffalo y a los Jets en la parte alta de la División, mientras que Tampa perdió una valiosa oportunidad de meterse de lleno en la pelea por la cima del sur de la Nacional.
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