Con algunos tintes dramáticos, el tenista mexicano Santiago González conquistó su primer título de la temporada al coronarse junto al polaco Mariusz Fyrstenberg en el torneo de Memphis, evento del que eran la cuarta dupla sembrada.
Al cabo de una hora y 31 minutos de batalla lograron cubrirse de gloria al venir de atrás para despachar a la mancuerna integrada por el neozelandés Artem Sitak y el estadounidense Donald Young por pizarra de 5-7, 7-6 (7/1) y 10-8.
Supervisado por la Asociación de Tenistas Profesionales (ATP), este certamen, de categoría 250, representó apenas su cuarto como pareja, misma que hasta entonces no había entregado cuentas, pues acumulaba tres derrotas en rondas iniciales.
El veracruzano y el originario de Varsovia echaron mano de su amplia experiencia frente a unos rivales que jugaban juntos por primera vez, pero que se habían instalado en la gran final sin ceder parcial alguno.
La gesta no fue sencilla, porque González, de 31 años de edad, y Fyrstenberg, de 34, desperdiciaron tres puntos de set y la desilusión de sus fallas, aunado a una pobre eficacia con su segundo saque fueron elementos clave para que Sitak y Young se pusieran adelante.
Para el segundo capítulo, “Santy” y su compañero volvieron a conseguir el rompimiento primero y sacaron para nivelar el tanteador. Pero sus rivales se crecieron y obligaron a resolver todo en un desempate, mismo que se anotaron con facilidad 7-1 y así, no hubo más remedio que un tercer y definitivo episodio.
Los veteranos especialistas en dobles rápidamente se pusieron arriba 6-2 en el “tie break”, donde el primero en llegar a 10 puntos se consagraba ganador, luego dispusieron de cuatro puntos para campeonato con el 9-5, pero una serie de descuidos dio vida a sus contrincantes y vieron su ventaja reducida a 9-8.
Tras esos pasajes de sufrimiento, González pudo festejar su décimo galardón del circuito de dobles, para mejorar su récord histórico en duelos decisivos a 10-3; en tanto que el europeo arribó a 17 trofeos en su vitrina.