En exactamente 15 días, Pasadena será un hervidero. En pleno mes de octubre se vivirá una auténtica Final a partido único con Estados Unidos y México como protagonistas. En juego está un pase a la Copa Confederaciones de Rusia en 2017, además, como siempre, del orgullo.
La Final que no se jugó hace unos meses en la Copa Oro como se vaticinaba, llegará este octubre en California con la diferencia de que será el encuentro en el que se defina al representante de CONCACAF para la Confederaciones de Rusia. Es un duelo de vida o muerte. Serán 90 minutos decisivos. No habrá mañana.
La gran valía de este juego único es que se definirá a la Selección que en 2017 conocerá antes que nadie en CONCACAF, las tierras mundialistas, los estadios, el entorno, las ciudades, el nivel de los rivales participantes y tendrá ante sí una prueba inigualable a menos de un año del Mundial.
A todos estos temas, además, hay que incluir los temas comerciales que implican para cada Federación. Desde derechos de transmisión hasta patrocinadores. Es un conjunto de todo y que se define en 90 minutos en un campo de futbol.
La Copa Confederaciones es el torneo de preparación por excelencia antes de cada Mundial. En el formato que se disputa antes de cada justa mundialista, a México le ha tocado jugarla tres veces y a Estados Unidos una, y ahora se volverán a disputar esta posibilidad.
Si eso es lo que en teoría está en juego, igualmente existen factores que van implícitos en este encuentro. Del lado de Estados Unidos, por ejemplo, se juegan hechos como que el proceso de Jürgen Klinsmann sigue sólido y puede dar un paso importante con una victoria o simplemente confirmar su debacle con una nueva derrota.
El estratega alemán vive sus horas más bajas como seleccionador estadounidense en la actualidad, luego de una Copa Oro que no resultó conforme a lo presupuestado en la que ni siquiera llegó a la Final tal como se había planeado.
Mientras, con México el caso tiene sus similitudes. El Tri, comandado por Ricardo Ferretti, jugará este partido con un técnico y luego vivirá un cambio más como se ha convertido en costumbre en los últimos años. La misión, sin embargo, es pelear hasta el último momento por conseguir ese anhelado pase a un torneo que en Brasil dejó una herida profunda al entonces conjunto dirigido por José Manuel de la Torre.
Para el combinado mexicano supondrá también una dura prueba confirmarse como el mejor equipo de CONCACAF, además de que tendrá ante sí la posibilidad de derrotar por primera vez a Jürgen Klinsmann, quien ya sea como jugador o ahora como entrenador, nunca ha perdido frente al Tri.
En 90 minutos se definirán muchas cosas en Pasadena y la Final de la Copa CONCACAF se acerca. A 15 días del evento, México y Estados Unidos alistan sus mejores elementos, pulen el orgullo y se preparan para el partido definitorio que tiene pasaportes para Rusia.
Información: ESPN
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