Twitter, que se encuentra en plena reinvención, parece ser que no se ve acompañado de los inversores y usuarios.
Tal como informábamos el día de ayer en este espacio, la red social ha pasado de 307 a 305 millones de usuarios activos en el último trimestre de 2015. Los analistas esperaban una subida de tres millones, hasta los 310. Hoy en día, Twitter tiene el mismo número de usuarios activos con los que Facebook contaba en 2009.
No obstante, la red social sí ha cumplido, sin embargo, en ingresos, ya que ha alcanzado los 710 millones que se vaticinaban en el último trimestre, lo cual supone una subida del 48 por ciento. En Wall Street los resultados fueron bien recibidos.
Desde la llegada de Dorsey las acciones ha bajado un 50 por ciento. Cuando salió a Bolsa lo hizo a un precio de 26 dólares. Estuvo cerca de los 30 dólares como valor medio, y su máximo ha sido de 54 dólares por título. Los resultados evidencian también que a Twitter le cuesta ir más allá de Estados Unidos. El 65 por ciento de los beneficios provienen del país de origen, donde solo tiene el 20% de los usuarios.
También han venido recortes de personal. En octubre, la compañía se deshizo del 8 por ciento de su plantilla, en su mayoría desarrolladores de software. Con los despidos salió a la luz uno de sus problemas más profundos, extensible a todo Silicon Valley: la falta de diversidad.
La mayor parte de la plantilla de Twitter forma parte de una élite cuya visión del mundo condiciona el rumbo que toma el producto, por lo que les cuesta conectar con una mayor base de usuarios. El estancamiento en el crecimiento de usuarios (más allá de ciertos sectores en Estados Unidos) es su mayor preocupación.
Hace un año Twitter compró Periscope, por entonces un producto todavía sin terminar. Hoy es una aplicación clave en su estrategia de futuro. Sirve para hacer vídeo en directo y mantener viva a la audiencia. El equivalente a lo que comenzaron haciendo con los 140 caracteres pero con el vídeo como forma de expresión. Su apuesta es tal que la compañía ha emitido los resultados a través de este formato, así como una sesión de preguntas y respuestas para concretar sus planes de futuro.
Dorsey se dirigió a los accionistas para calmar los ánimos: “en 2016 mi prioridad es reclutar, en tener el mejor talento. Marketing, ingeniería y diseño son clave”. Entre los productos que van a impulsar el vídeo ocupa el lugar prioritario, junto con el timeline, la portada de Twitter. “Gracias a lo que acabamos de presentar ya no van a tener que poner varias veces el mismo mensaje para asegurar que se vea. Lo importante saldrá a la luz. El directo es lo que más nos importa. Especialmente el video. Vamos a dar las mejores herramientas a creadores y generadores de influencia. ”
Mostró su optimismo con respecto a dos grandes eventos de este año: “Los años electorales son fantásticos para nosotros. También los Juegos Olímpicos”.
En los últimos días, los del pájaro azul se han esforzado por renovar el producto para impulsar la acción. En menos de una semana han lanzado un nuevo soporte publicitario en vídeo que asegura que se verá en el centro de la pantalla del móvil, han cerrado más de 125 mil cuentas relacionadas con el Estado Islámico, y, con cierta polémica previa, han lanzado un algoritmo que ofrece en primer lugar el contenido más relevante según los intereses de cada perfil.