La disputa que mantuvieron el pasado domingo Neymar y Cavani por el lanzamiento de un penalti continuó en los vestuarios, donde subió de tono hasta que algunos de sus compañeros tuvieron que intervenir para evitar que llegasen a los golpes, reveló hoy el diario “L’Équipe”.
Después de que el delantero uruguayo del París Saint-Germain (PSG) errase el penalti que tiró en el minuto 79 del encuentro contra el Lyon, se dirigió a los vestuarios al acabar el partido sin ir a saludar a los aficionados con sus compañeros.
Dentro, cuando llegó Neymar, Cavani le increpó en español por haber tratado de arrebatarle el balón en el penalti, a lo que el exdelantero del Barcelona replicó en tono “poco amable”, según testigos.
Los también brasileños Thiago Silva y Marquinhos tuvieron que interponerse entre los dos para poner fin a la discusión, según “L’Équipe”, en un ambiente de gran tensión.
Tras ducharse, Cavani se marchó rápidamente del Parque de los Príncipes, cuando suele ser de los últimos en hacerlo, mientras que Neymar hizo lo mismo minutos después con la gorra muy ajustada en la cabeza, de forma que era imposible ver su cara.
Los problemas se vislumbraron ya en el minuto 57 del partido (que los parisinos ganaron por 2-0), cuando Cavani trató de lanzar una falta directa pero el brasileño Dani Alves se lo impidió agarrando el balón antes.
Alves, íntimo amigo de Neymar, cedió al brasileño el tiro, aunque posteriormente explicó que su intención inicial era lanzar él mismo el golpe franco. Minutos más tarde se produjo la escena del penalti, que todos pudieron apreciar.
Una disputa similar ya se había producido entre ambos futbolistas el pasado 25 de agosto ante el Saint Etienne.
Junto a esos temores a la posible formación de un “clan brasileño”, el diario deportivo apunta a otra posible causa del enfado de Cavani: el uruguayo, autor de 49 goles la temporada pasada, tiene una prima de cerca de un millón de euros si consigue ser el máximo goleador de la Ligue 1.
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