Un nuevo mecanismo de seguridad para evitar que los estudiantes copien en los exámenes ha sido implementado en China. Un dron de seis hélices fue el encargado de vigilar el importante examen de acceso a la Universidad de la ciudad de Luoyang.
El aparato sobrevoló dos centros de exámenes en la ciudad de Luoyang de la provincia china de Henan, para escanear señales poco habituales enviadas a dispositivos que pudieran pasar de contrabando los estudiantes en el examen anual.
Cabe destacar que casi todos los graduados de secundaria chinos deben hacer el examen; sus puntuaciones son el criterio clave para determinar a qué universidad asistirán.
Según un funcionario de la Oficina de Supervisión y Regulación de Radio de Luoyang, el dron utilizado cuesta decenas de miles de dólares y es tan grande como un grifo de gasolinera cuando está en uso. Los estudiantes a los que descubre haciendo trampas quedan vetados de presentar el examen durante dos o tres años.
Este mecanismo fue puesto en práctica debido a las trampas habituales, dado lo alto de las apuesta. Algunas de las técnicas son la venta de supuestas respuestas, contratación de personas que hacen la prueba suplantando al alumno y el empleo de equipo electrónico para comunicarse durante el examen.
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