Luego de 16 años de permanecer lejos de la institución, el defensa mexicano Rafael Márquez volverá a jugar con los rojinegros del Atlas, el equipo que lo vio nacer como futbolista.
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<blockquote class="twitter-tweet" lang="es"><p lang="es" dir="ltr">Hay amores que son eternos... </p>— Atlas FC (@atlasfc) <a href="https://twitter.com/atlasfc/status/677932035294420992">diciembre 18, 2015</a></blockquote>
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Tras semanas de rumores, Altas logró llegar a un acuerdo con el Hellas Verona, conjunto con el que Márquez disputaba la Serie A italiana.
Rafa Márquez debutó en primera división con Atlas en 1996 con apenas 17 años de edad, disputando 77 encuentros ligueros, incluyendo la final en la que cayeron ante Toluca en el Verano 1997. Los tres años que estuvo en el equipo, le valieron al zaguero para convertirse en un ídolo de la afición y grabar su nombre en la mente de los seguidores rojinegros.
En 1999, Márquez salió del club tapatío para dar el salto a Europa con el Mónaco, con el que ganó el título de la Ligue 1 francesa. Cuatro años después, el mexicano fue contratado por el Barcelona, donde se proclamó campeón de La Liga en cuatro ocasiones, y de Copa del Rey en una, además de obtener tres Supercopas de España, dos Champions League, una Supercopa europea, y un Mundial de Clubes.
Luego de siete temporadas en el Barça, Márquez regresó a América para jugar con el New York Red Bulls estadounidense, y luego en el León, proclamándose bicampeón de la Liga MX, antes de volver a Europa de la mano del Hellas Verona.
Con la Selección Mexicana son muchos los momentos que Márquez ha dejado impregnados en la memoria de los aficionados, pero este es sin duda el más recordado de todos:
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