Porsche aseguró que el actor Paul Walker fue el responsable de su muerte, luego de que perdiera la vida tras un choque a alta velocidad en un Carrera GT 2005.
Walker, estrella de la saga “Rápido y Furioso”, viajaba como pasajero en el Porsche conducido por un amigo cuando se estrelló contra un poste y estalló en llamas, en noviembre de 2013.
Meadow Rain, hija de Paul Walker, demandó a Porsche el pasado 29 de septiembre por muerte por negligencia, alegando que el vehículo en el que viajaba su padre al momento de su muerte sufría de varios defectos de diseño.
La demanda introducida por la joven pide una indemnización por un monto no especificado por los defectos que, de acuerdo a sus abogados, mantuvieron al actor atrapado en el Porsche Carrera GT cuando chocó y se incendió en noviembre de 2013.
Sin embargo, Porsche aseguró en los papeles legales entregados la semana pasada que Walker asumió “voluntariamente todos los riesgos”, y era un “conocedor y sofisticado usuario del Carrera GT 2005”.
“PCNA [Porsche Cars North America] considera que el señor Walker a sabiendas y voluntariamente asumió todos los riesgos y peligros respecto al uso del mencionado Carrera GT 2005,” estableció el fabricante.
“Los peligros y riesgo eran obvios y él los conocía, y eligió conducirse de una manera que lo expuso a tales riesgos y peligros, asumiendo todos los riesgos involucrados en el uso del vehículo”, añadió.
Asimismo, Porsche afirmó en los documentos de la defensa que el auto en el que Walker viajaba había sido “abusado y alterado” y recibía “mal uso y mantenimiento inapropiado”.
“En el momento en el que el mencionado Carrera GT 2005 fue originalmente elaborado, vendido y entregado, se comportaba perfectamente”, concluyó.
