Se acabó. A falta de ocho jornadas para culminar el Clausura 2019, los Tiburones Rojos no fueron capaces siquiera de ponerle dramatismo al asunto y firmaron su quinto Descenso al caer ante León.

Por más que la figura del campeonato para los veracruzanos, Sebastián Jurado, salvó cuanta bola se le puso enfrente en el segundo tiempo, no pudo evitar que en la primera mitad cayeran las dos anotaciones con las que los Esmeraldas vencieron a los escualos.

El semestre empezó con la soga al cuello para los jarochos y ni los múltiples refuerzos ni Robert Dante Siboldi fueron suficientes para salvar a un Veracruz de una "muerte anunciada" que merodea el Puerto desde hace dos años.

En 2017 salvaron el pellejo gracias a la existencia de Jaguares de Chiapas y el año pasado fue Lobos BUAP quien ayudó a los escualos a seguir nadando en aguas del máximo circuito, pero reza el dicho que la tercera es la vencida y así sucedió.

Un equipo que arrastra 20 juegos sin ganar no puede aspirar a otra cosa que no sea pelear por no descender. Sumado a esa brutal racha negativa, los escualos firmaron el peor arranque goleador de un equipo en torneos cortos.

En sus 76 años de historia, los jarochos suman más descensos que títulos ligueros. Será la quinta ocasión que pierden la categoría siendo la última en 2008 cuando el equipo estaba en manos de Rafael Herrerías.

El único récord que los del sur de México pudieron lograr, tristemente, es consumar el Descenso más rápido en la historia de la Liga MX, rompiendo lo que habían hecho los Indios de Ciudad Juárez, cuando dejaron la categoría en la fecha 12 del Bicentenario 2010.

Ahora, el dueño de los Tiburones Rojos deberá desembolsar una gran cantidad de dinero si desea que el mítico "Pirata" Fuente siga gozando de un equipo de Primera División o dejar al Puerto huérfano de fútbol.

Con información de La Vanguardia