Víctor Pino jugó futbol desde los cuatro años, la cantera del Castellón lo vio crecer para llegar al Villarreal, sin embargo, a los 18 años regresó al Castellón. Pero ahora ha decidido dejar de jugar a los 21 años.

“Sinceramente, no es una decisión tomada de un día para otro. Iba a entrenar sin ganas, sin ilusión”, señaló y agregó que “ahora mismo no es lo que quiero, no me llena, pero yo entiendo que lo que choca es que lo deje con tan solo 21 años”.

Es bien sabido que las ganas y la ilusión significan todo para un futbolista, pero en el caso de Víctor, ya no tenía nada de eso, pues ya no era feliz jugando al fútbol y por el contrario, estaba amargado.

“Lo dejo porque me influía en mi día a día, con mis amigos, con mi familia. Me encontraba apagado, sin ganas de nada, se podría decir que estaba amargado”, dijo.

El joven jugador sabía que el futbol no le daría de comer, por lo que después de entrenar todas las mañanas iba a trabajar en una empresa familiar. “El futbol no me daba de comer. Era más feliz en el trabajo que yendo a entrenar”.

“Por ahora no he tenido tiempo para pensar en el futuro, ni a lo que me voy a dedicar el día de mañana, dejé el futbol hace dos días y no tengo pensado nada a largo plazo”, explicó.

El ahora exfutbolista es contundente y afirma que no extrañará jugar al futbol. “Sinceramente, no tengo miedo a echar de menos el futbol, es más, si no tuviera que volver a jugar al futbol no pasaría nada. No lo voy a echar de menos”.

Con información de Marca
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