El Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) fortalece sus protocolos de prevención y actuación no sólo en materia de incendios como el que dañó la techumbre y la aguja de la Catedral de Notre Dame el pasado 15 de abril, sino de otros factores de riesgo que pudieran poner en peligro el patrimonio nacional.
Así lo señaló a Notimex el director general de la institución, Diego Prieto, quien dijo que sin caer en una actitud catastrofista, el INAH extrema sus cuidados, revisa todas sus instalaciones, zonas arqueológicas, monumentos e inmuebles bajo su resguardo, con la finalidad de evitar incendios y tragedias como la que sufrió el monumento religioso de la capital francesa.
Sobre posibles riesgos en el Museo Nacional de Antropología, informó que se trabaja para terminar en tiempo y forma la impermeabilización de ese recinto en su totalidad, y se revisan los esquemas de detección de humos, de alarmas contra incendio y de atención a conatos de fuego, conforme dictan los estándares más rigurosos.
Añadió que dichos protocolos se llevan a cabo no sólo en el emblemático museo de la antropología mexicana y mesoamericana, sino que se realizan en todos los recintos museísticos de la Ciudad de México y del resto de la geografía nacional, “para garantizar su salvaguarda y ofrecer a la población nacional y al turismo internacional el acceso a nuestro pasado”.
Diego Prieto adelantó que la impermeabilización del museo que resguarda la monolítica figura del Dios Tláloc, en Chapultepec, estará terminada a más tardar en julio entrante, “esperando que las lluvias de mayo y junio no interfieran en esa obra de mantenimiento ni nos genere problemas; estamos muy avanzados, pero de todos modos, aceleraremos”.
Destacó que además de la impermeabilización total en el recinto, se realizan mejoras para evitar que el agua de las lluvias de temporada, atípicas o agua de cualquier otra naturaleza se filtre a través de los muros que resguardan las colecciones y obras del Museo Nacional de Antropología e Historia, baluarte de la cultura nacional.
El funcionario recordó el incendio que devastó parte de la Catedral de Notre Dame en París, Francia, tragedia que a decir de la doctora en Historia Cristina Sánchez Parra, “afecta no solamente a los parisinos o a los franceses en su conjunto, sino a la humanidad entera, por tratarse de la pérdida de un monumento construido entre 1163 y 1345.
Notre Dame ha sido testigo de numerosos acontecimientos trascendentales, y resguarda cuantiosas obras de arte de valor incalculable, de acuerdo con Sánchez Parra, profesora del Centro de Estudios Latinoamericanos (CELA) de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), quien ha realizado estancias en el I’ecole Normale Superieure de Francia.
“Existen en París elementos que es imposible no visitar: la Catedral de Notre Dame y la Torre Eiffel; la primera presenció la construcción de la segunda”, subrayó, porque conoce ambas construcciones. Notre Dame es un lugar, aseveró, que convoca a miles de personas cada semana. “Todos los días llegan turistas locales, nacionales e internacionales”, dijo.
También se ha convertido en un lugar de arte, pues los sábados hay conciertos gratuitos, muchas veces con su órgano del siglo XVIII. Se realizan audiciones de música clásica y exposiciones de arte, lo que significa que es un lugar emblemático de peregrinación muy importante no sólo para los cristianos, sino para los amantes del arte y la arquitectura.
La icónica Catedral de Notre Dame (Nuestra Señora) está dedicada al culto católico. Fue construida en estilo gótico entre los años 1163 y 1345, y está consagrada a María, madre de Jesucristo. Se localiza en la Isla de la Cité, en los márgenes del río Sena.
“El incendio se llevó parte de nuestra historia; el fuego desvaneció la huella de la humanidad”, rubricó Prieto.
Con información de: NOTIMEX