"Remind" es la aplicación enfocada en el proceso educativo, y va dirigida a alumnos, padres y profesores. Esta APP (recordar), sirve para tener bajo control las tareas, fechas de exámenes y los repasos de las materias.

Se podría definir, y así es como mejor se conoce, como un “WhatsApp educativo”.

Brett Kopf, fundador de Remind, la define así: “Si puedes tener una pizza en casa en solo minutos o un coche que te lleve a donde quieras en cuestión de segundos, ¿por qué los profesores no se comunican igual con los padres?”.

En febrero de 2014, Facebook compró WhatsApp por 21 mil millones de dólares. Ese mismo mes, Remind recibió una segunda ronda de inversión de 15 millones de dólares. Un año antes recaudaron 3.5 millones.

Lo relevante de la inversión, es su nuevo consejero, John Doerr, considerado el impulsor de Google, Twitter y Amazon. Este nombre ha servido para atraer a un buen grupo de trabajadores que estuvieron en los primeros pasos de Facebook.

No solo se trata de una aplicación de mensajería, sino también de una app educativa, otro sector al alza. Las edutech, como se las conoce en el argot, brotan en Silicon Valley.

Kopf reporta que el 35 por ciento de los profesores de Estados Unidos utilizan Remind y ya suman 23 millones de usuarios entre padres, educadores y alumnos, ya sean en iPhone, Android o la web. “Lo que queremos es frenar la deserción: cada día 7 mil jovenes abandonan los estudios. Tenemos que volver a la raíz, crear una relación férrea con la escuela”, asegura.

Remind, por ahora, es gratis. Kopf subraya en que siempre lo será. Sigue una estrategia de producto freemium, una fórmula que permite el uso básico de manera gratuita, pero que cobra por servicios adicionales. Como tales, contempla la difusión de contenidos o alertas urgentes.

La plantilla de Remind cuenta con 43 empleados. Todos, sin importar su puesto, tienen que pasar, al menos, una hora semanal con un profesor de los 70 que se encuentran disponibles al otro lado de la cámara de la computadora. “Así saben sus problemas, sugerencias, mejoras…”, comenta.

Otro de sus puntos fuertes es la privacidad, especialmente en un caso tan sensible como este, en el que algunos de los clientes son menores de edad. “En el proceso de alta se verifica la pertenencia a la escuela. Se hace a través del número de teléfono pero solo para verificar, nadie tiene el número de nadie”, indica. Para hacerlo todavía más fiable, los mensajes no se borran, sino que quedan almacenados para su consulta posterior.

Esta semana estrenó su versión en español. Su intención es impulsar su crecimiento en América Latina. El siguiente paso será la traducción al portugués, mandarín, francés y alemán.

Con información de El País.
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