Cuautlancingo es actualmente un municipio difícil de habitar, pues el creciente desarrollo inmobiliario ha dejado en evidencia las carencias de movilidad y de servicios públicos que se han agravado con el paso de los gobiernos con los que ha contado.

Diferentes sectores y medios de comunicación han alertado en que Cuautlancingo va encaminado a convertirse en una “Ciudad Dormitorio” ya que gran parte de sus habitantes hacen vida fuera del municipio y regresan a sus casas únicamente por las noches.

El escaso abastecimiento de agua, la pérdida de áreas agrícolas, la falta de rutas de transporte público y la inseguridad son problemas que han surgido tras este repentino auge de fraccionamientos y propiedades, advierten expertos en desarrollo urbano y arquitectura en Puebla.

Este fenómeno se ha dado debido a la negligencia en la autorización de cambios de uso de suelo, el interés de empresarios para invertir en terrenos baratos y construir rápidamente, que en tres décadas han llevado a Cuautlancingo a una crisis en la materia.

Con la promesa de atender estas agravantes, el alcalde electo Omar Muñoz tiene el gran reto de empezar a revertir esta situación, en el rubro de servicios públicos, agua potable y movilidad.

De entrada ha sumado a expertos a su proyecto para constituir su plan de gobierno y a ello se suma el acercamiento que ha tenido con la ciudadanía para sumar peticiones y demandas de la gente a su administración.

Muñoz tiene un gran reto por delante, ha llegado con la encomienda de cambiar profundamente la manera de hacer gobierno en Cuautlancingo y mucho se espera de un alcalde surgido desde la universidad que tiene la visión de lo que requiere el municipio para lograr el ordenamiento que se necesita más que nunca.

Se espera que las cosas cambien para bien en Cuautlancingo, Omar Muñoz parece tener la claridad, para recuperar la comunidad, las tradiciones y el sentido de identidad.