Recuerdo que cuando era niño los adultos solían decir: si está en un libro tiene que ser verdad, ¡Qué equivocados estaban! Y es que esa premisa no siempre se cumple, ya que muchos de los textos a más fácil acceso son novelas, cuentos o poesía, literatura en general. El problema es que los textos de divulgación científica no suelen llegar a cualquiera y no sólo eso, las investigaciones de un tema en especial también van modificando el conocimiento que se encuentra en ellos, sólo por mencionar un ejemplo: los científicos afirmaban que si el hombre viajaba a la velocidad del sonido se pulverizaría, no sólo el hombre, también el transporte en que intentará hacer este viaje.
Incluso, los libros de historia cambian con las evidencias y los historiadores, por medio del marco teórico (pesadilla de los estudiantes de licenciatura que realizan su tesis) se ven en la necesidad de conocer lo que ya se sabe de un tema en específico para abordar su investigación y no repetir supuestos o teorías que se han comprobado como falsas.
Es obligación de todo aquel que realiza una investigación comprobar que hay de falso o verdadero en el tema elegido.
Por eso no se podía decir que si venía en un libro tenía forzosamente que ser verdad.
El problema es que en la actualidad Internet tiene más del 90% de rumores que las personas toman como cierto, ya no se molestan en verificar nada de lo que encuentran, y entonces encontramos cosas como esta:
Esto se convirtió en algo que se empezó a reproducir en Facebook y que muchos han tomado como una vedad absoluta.
El doctor científico Ramón restrepo quiñones, y lo pongo tal y como él lo escribe, simplemente no existe, y es que cuando se el nombre se coloca en los buscadores de Internet lo único que aparece es el mismo texto que he reproducido antes.
Y es que muchos dirán que ya lo mataron y desaparecieron toda información de esto, pero la UNAM ya desmintió esto, y seamos serios, sólo un niño menor de 5 años podría mal escribir su nombre, y si eso se les hace poco, el doctor científico no menciona en dónde realizo este “veneno” y mucho menos sus colaboradores.
El doctor científico también olvida que se tienen registros de Chiconguya desde los años 70s y que los antropólogos que viajaban a Suramérica en esos años, solían adquirir está enfermedad y en la actualidad no han presentado ningún síntoma que se menciona por el doctor científico.
Y es que esté es un ejemplo de los miles de casos en que la Internet es un arma política para engañar, y difundir pánico desmedido en la mayoría para ganar simpatías y votos.
Uno de los casos más sonados fue en 2012 cuando se empezó a decir que había un grupo de priistas en Neza robando locales comerciales, incendiando locales y baleando casas de integrantes del PRD, incluso, subieron una imagen de una casa con un automóvil con el logo del PRD y tanto la fachado y el auto estaban dañados por la balas.
En ese momento electoral, la izquierda acuso al PRI de crear un ambiente de caos, pero quienes difundieron este rumor e imagen son cuentas que siguen en activo y que nunca han reconocido que en esa ocasión mintieron y difundieron información falsa.
¿Cómo que era información falsa? Simple, en mi twitter, publique la misma imagen que originalmente había aparecido en el Blog del Narco y que trataron de hacer pasar como la casa de un afiliado al PRD.
Y aun así dicen que Televisa manipula y miente, pero en la actualidad vemos que Internet tiene más mentiras que las que dicen, tiene la televisión.
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Imagen secundaria de: @nopalmuino
