Desde la semana pasada luego de la decisión que tomó el ahora ex líder de los senadores Luis Miguel Barbosa de apoyar al dos veces fallido candidato presidencial Andrés Manuel López Obrador, en verdad quise darle el beneficio de la duda al legislador poblano hasta escuchar los argumentos que lo orillaron a manifestar su simpatía por el Tabasqueño.
Sin embargo, con el paso de los días, Luis Miguel Barbosa ha demostrado sólo una cosa “Quiere todo” y en política aplica la famosa frase “unas por otras”.
No se puede tener todo en la vida, los ricos tienen dinero pero a veces no felicidad, los pobres somos felices pero no gozamos de riquezas materiales, los que tienen coche a veces prefieren ir en autobús y los de a pie desean con ansias un auto. Nunca se puede tener todo, pero el senador que presume su origen poblano cuando así le conviene, lo quiere tener todo, pasándose por alto lo que muchos de los militantes que él representa como perredista sienten en cuanto al Dios en la tierra Andrés Manuel López Obrador.
Muchos de ellos humillados, sobajados e insultados por el dueño de la verdad absoluta, otra vez sufrieron un revés pero ahora por uno de sus líderes. Aquel que ya los había traicionado respaldando el Pacto por México y que se le veía muy sonriente junto al Presidente Peña Nieto en distintos eventos, el mismo que un día dijo que la soberbia de AMLO era infinita. Sí, el mismo que ahora ha sido beatificado por Andrés Manuel y la legión de idiotas.
No dudo que muchos perredistas tengan sentimientos encontrados, pero así como hay quienes apoyan a AMLO desde el PRD, también hay quienes lo cuestionan porque el principal enemigo del PRD ha sido sin duda López Obrador.
El inmaculado Andrés Manuel Jaló a cuanto perredista pudo, tachó de traidor a todo aquel que cabildeó el pacto por México, hizo lo que estuvo en sus manos para disminuir al partido del Sol Azteca, dividió al partido que le ha dado todo, el que lo llevó a la victoria de la jefatura de gobierno del DF.
Hoy ese PRD que sin duda vive una crisis de identidad por las alianzas en entidades donde han ganado gracias a personajes de otros partidos, tiene aún algo muy poderoso que pocos partidos políticos tienen en el país, y eso es “recurso económico y reflectores” los mismos que por conveniencia no quiere perder el senador Luis Miguel Barbosa.
Ayer la Senadora Dolores Padierna por la noche declaró algo muy sensato “no se puede golpear al PRD y comer del PRD” y tiene toda la razón, sin embargo ante el ninguneo del PEJE para Luis Miguel Barbosa, éste último se aferra a los beneficios económicos y los reflectores políticos que le da la posición de líder de la bancada perredista, por si es que acaso no recibe el espaldarazo del tabasqueño para la candidatura al gobierno de Puebla en 2018 por el Movimiento de Regeneración Nacional donde la militancia ya tiene suficiente con soportar a los arribistas Manuel Bartlet, Layda Sansores, Mario Delgado y demás sabandijas.
Miguel Barbosa quiere apoyar al peje con recursos de la bancada del PRD que le brinda la cámara alta, quiere grillar con los reflectores del PRD y hasta donde todos teníamos entendido, con la protección de escoltas pagadas por el gobierno capitalino “los famosos potros” que el gobierno de Miguel Ángel Mancera puso a disposición del poblano de conveniencia.
Dudo mucho que AMLO dedique ya una bienvenida a Barbosa, ya ha pasado más de una semana sin que el tabasqueño le dedique por lo menos un tweet de bienvenida, y dudo mucho que lo haga.
Al tiempo.
Imagen de: El Informador
