“Columna del reportero”
por Fernando Alberto Crisanto
El pasado viernes 11 de agosto el reportero le informó que la renuncia o despido, lo que llegara primero, de Javier Lozano Alarcón del gabinete del gobierno del estado era inminente.
La información no fue una filtración sino la conclusión de una suma de hechos consumados por el senador poblano, quien tiene aspiraciones de ser gobernador pero saben perfectamente él y su partido, Acción Nacional, que de lanzarlo quedarían en un lejano tercer lugar.
El calderonista, en su momento, hizo todo para quedar fuera del gabinete.
No acostumbraba llegar temprano a su oficina, pues cuando estaba en Puebla prefería hacer relaciones públicas en el gym y dedicarse a sus placeres sibaritas. En momentos de crisis aparecía después de mediodía a su oficina de Casa Puebla para saber si se ofrecía algo.
Su designación en la Oficina del Gobernador y como Vocero fue una solicitud explícita de Rafael Moreno Valle a su sucesor, quien aceptó con gustó.
Fue el propio ex gobernador quien se dio cuenta de la pésima actuación de quien además condicionó su apoyo para que sea designado candidato presidencial a que Lozano sea nominado aspirante a gobernador, sin tener posibilidad alguna de ganar lo que será una elección competida.
A mediados de agosto empezó a vulnerar la unidad del grupo morenovallista y la de los panistas poblanos cuando descalificó al presidente municipal de Puebla, Luis Banck, de quien dijo que ni siquiera estaba considerado para ir en las boletas el próximo año.
Su tono y actitud colmaron el vaso, la decisión estaba tomada: Lozano Alarcón dejaba el gabinete ya fuera por que dimitiera o porque lo cesaran, no iba a llegar a esa posición para septiembre y faltan solo unos días para que se cumpla ese plazo fatal.
El viernes 11 de agosto le informé:
“La frase “o coopelas o cuello” atribuida por el empresario chino mexicano Zhenli Ye Gon, extraditado a nuestro país desde Estados Unidos el 18 de octubre de 2016, al poblano Javier Lozano Alarcón, quien presuntamente lo chantajeó para que guardara millones de dólares para una campaña política, hoy se la pueden aplicar al senador con licencia quien en su arrogancia y prepotencia rompió con las reglas de urbanidad política al tratar con desdén públicamente a Luis Banck Serrato, como un posible candidato panista a la gubernatura de Puebla.
“Si Lozano Alarcón no quiere cooperar y sumarse al proyecto de los morenovallistas, el cual no necesariamente encabezará el presidente municipal, que se vaya y más si tiene la seguridad de que estará en las boletas electorales en 2018, lo primero que tiene que hacer es renunciar para no utilizar su puesto púbico, Jefe de la Oficina del Gobernador y Vocero del Gobierno, como plataforma para hacer política electoral”.
Este último argumento fue el que utilizo el sábado pasado para justificar su renuncia al destacar la incompatibilidad de sus aspiraciones a gobernador con su posición en el gabinete estatal.
Hay un error de forma que puede ser de fondo, Lozano no es un buen abogado porque afirma que el proceso electoral empieza el 8 de septiembre, pero es el federal porque el local, para elegir gobernador, presidentes municipales y renovación del Congreso, arranca en la segunda semana de noviembre próximo.
Legalmente no tenía por qué renunciar.
El senador poblano volverá a su escaño esta semana y estará en la sesión de apertura del próximo periodo legislativo el uno de septiembre, es un político perdedor, jamás ha ganado una elección constitucional y llegó al Senado de la República por ser primera minoría.
Como funcionario calderonista se vio inmerso en escándalos como el del chino Ye Gong que hoy que está en México y si hay interés de las autoridades federales de investigar le puede costar al panista más de lo que se imagina.
Ayer en el municipio de Juan C. Bonilla, la secretaria general del Comité Directivo Estatal, Martha Erika Alonso señalo que el PAN se está preparando para afrontar los retos del 2018. Recordó que Acción Nacional es un partido de puertas abiertas para quienes trabajan por el bien común y siempre serán bienvenidos ciudadanos comprometidos con su país.
“Militantes, simpatizantes y todo aquel ciudadano que esté comprometido y que comulgue con los valores de Acción Nacional puedan ser parte de este movimiento que necesitamos”, dijo la más perfilada precandidata panista al gobierno de Puebla y por ende la competidora de Lozano Alarcón.
Para ser candidato en Puebla, el senador no solo requiere el apoyo del PAN sino de los morenovallistas que como lo dijo Martha Erika tienen “las puertas abiertas” y “siempre serán bienvenidos ciudadanos comprometidos con su país”, no es el caso del senador Lozano Alarcón quien en su pasado y presente no tiene como constante los valores del compromiso y la lealtad.
Por eso, está fuera del gabinete y también de Puebla.
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