La información está que arde, como un ducto de gasolina clandestino de Petróleos Mexicanos sin control.
Es importante el contexto porque esta semana se han tomado acciones desde el gobierno federal para frenar el robo de combustibles de los ductos que cruzan la entidad poblana, la cual alcanzó en meses recientes el primer lugar en este tipo de ilícitos.
Por ejemplo, el Sistema de Administración Tributaria (SAT) respaldado por elementos del Ejército, la Policía Federal, Gendarmería y Estatales, revisó cuatro estaciones de servicio en municipios cercanos a la capital donde se presume venta de gasolinas y diésel robados. Laboratorios móviles de Pemex llevan a cabo la verificación de que el combustible que venden no esté mezclado; el ilegal con el que surte la paraestatal.
En comunicado se informó ayer que “mediante un operativo coordinado, la Secretaría de Seguridad Pública del Estado y personal del Ejército Mexicano, ubicaron en la colonia Bosques de Amalucan una camioneta que trasportaba mil 600 litros de hidrocarburo de procedencia ilícita.
“Al realizar labores de seguridad, sobre el Periférico a la altura del paraje la Chapopotera, elementos estatales localizaron en aparente estado de abandono una camioneta Chevrolet color roja con placas de circulación SF84886 del estado de Puebla, en la cual fueron hallados 4 contenedores de plástico, 2 de ellos abastecidos con 800 litros de hidrocarburo ilícito cada uno”.
Estos hechos indican que hay decisión de combatir este crimen y las bandas que lo prohíjan. La federación está asumiendo su responsabilidad participando en operativos con resultados inmediatos y verificando los posibles canales ilegales de distribución, lo que nunca antes había realizado.
El miércoles pasado el columnista Raúl Rodríguez Cortés publicó en su colaboración de El Universal lo siguiente:
“El ex secretario de Seguridad Pública federal, Genaro García Luna, estaría detrás del robo de combustible a ductos de Petróleos Mexicanos (Pemex) en Puebla, entidad que ocupa el primer lugar nacional por este ilícito.
Siempre bien informado comenta que el ex secretario de Seguridad Pública “del sexenio del panista Felipe Calderón trabaja en la entidad poblana en contubernio con el ex secretario de Seguridad Pública local, Facundo Rosas Rosas, empresarios y ciudadanos”.
Lo peor es que la acusación supone que “el dinero ilícitamente obtenido por la venta de combustible robado serviría para financiar agendas políticas particulares, entre otras la de Margarita Zavala”.
Cita como dato que puede ser origen de la fuente que, al escritorio del jefe de la Oficina de la Presidencia, Francisco Guzmán, llegó un expediente sobre el caso de combustible robado en Puebla.
“La investigación que presuntamente implica a Zavala y Genaro García Luna empezó a partir de un trabajo de inteligencia sobre Facundo Rosas, uno de los hombres de mayor confianza del ex titular de la hoy desaparecida Secretaría de Seguridad Pública federal” de la cual llegó a ser subsecretario.
El ingeniero Rosas fue secretario de Seguridad Pública en la actual administración estatal a la que presentó su renuncia el 28 de julio de 2015, como consecuencia de que el director de la Policía Estatal, Marco Antonio Estrada López y su jefe de operaciones especiales, Tomás Mendoza Lazcano, fueran detenidos por vínculos con bandas de huachicoleros que operan en la entidad, actualmente se encuentran presos en el penal de San Miguel.
La investigación del ministerio público federal que hay en torno a este caso no ha implicado hasta el momento directamente a Facundo Rosas y a García Luna, pero hay testimonios recabados en el expediente de la Secretearía de Gobernación que sugieren que ambos estarían detrás de redes de cooptación con que se ha infiltrado a Pemex y en cuya estructura las bandas han sumado a empresarios para la venta y distribución y familias completas en la ordeña y como vigías para advertir de los operativos que implementan ahora Ejército, Policía Federal, Gendarmería y Seguridad Estatal.
Hay crimen organizado en este robo millonario a la Nación y riesgos de levantamientos sociales auspiciados por los personajes que han conseguido involucrar a la sociedad en la comisión de estos delitos.
Esa es la razón que justifica una investigación especial de la Secretaría de Gobernación que puede llegar hasta uno de los despachos más importantes de Los Pinos.
La sospecha y el cariz político de que están involucrados relevantes jefes policiacos del calderonismo es otro ingrediente que le echa más gasolina a un fuego que hoy está fuera de control.
De las anécdotas que se cuentan
La tensión en la región poblana conocida como “el triángulo rojo” por la alta incidencia de tomas clandestinas en los ductos de Pemex, ha llegado a tal grado que amenaza la vida de comunidades completas.
Un sacerdote advirtió a las autoridades lo que escuchó entre la población, que tiene identificados a los jefes de las bandas, que en no pocas ocasiones pelean entre ellos por el control de los pueblos y origina violentos homicidios.
-El Jefe les mando a decir que, si hacen algo en su contra o lo ponen en manos de los policías, lo último que hará vivo es echarle un cerillo a las cisternas donde deposita miles de litros de combustible robado-.
La advertencia no es lo peor porque para protegerse conectó sus tanques a la red de drenaje de la población que hoy vive en la zozobra y el riesgo de lo que pueda ocurrir.
El pánico también cubre a los criminales.
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Twitter @fercrisanto
