Hace justamente un año, escribía una columna en la que mencionaba que me parecía “un poco extraño” que Raúl Plascencia Villanueva, ahora ex Titular en la Comisión Nacional de Derechos Humanos (CNDH) enviara un exhorto a la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) involucrando justamente a la oficina del abogado General de la UNAM encabezada por Luis Raúl González Pérez, quien “curiosamente” hace cuatro años contendía con Plascencia por la presidencia de dicho organismo y quien hasta ayer, se sabía que era un aspirante natural a sucederlo, (HOY, YA LO SABEMOS, ÉL ES JUSTAMENTE EL NUEVO TITULAR DE LA CNDH)

Más extrañaba ese “oportuno” exhorto pues era el primero que se hacía en toda la historia de la Universidad y además con el absoluto rechazo de la comunidad académica Universitaria pues el asunto no quedó de ninguna manera impune como señalaba el informe de la CNDH, incluso el maestro involucrado, de inmediato fue despedido y se tomaron cartas en el asunto, se siguieron puntualmente las acciones que establece la legislación Universitaria y de pronto dicho OPORTUNO EXHORTO se ventiló e hizo público, “muy convenientemente” una semana antes de que venciera el plazo para que la UNAM diera respuesta a la CNDH

Por supuesto que condenamos cualquier tipo de abuso que se haya dado de cualquier empleado, autoridad o profesor de la UNAM, y acompañamos las quejas que hayan presentado las víctimas, pero es condenable y deleznable también el manejo conveniente y oportunista de los tiempos y de la presentación de los exhortos que hacía ya desde esos momentos el anterior Titular de la Comisión Nacional de los Derechos Humanos, que expuso a este organismo a una falta de credibilidad restándole legitimidad.

Esta y otras muchas irregularidades llamaron poderosamente mi atención pues solamente nos hacían pensar en la mala fe con la que obraba el ex Titular, demostrando que sus intereses personales estaban muy por encima de la defensoría de los Derechos Humanos, lo que llegó a ser verdaderamente preocupante pues con tal de posicionarse y dar continuidad a su mandato, no le importaba lo que tuviera que hacer para conseguirlo.

Ayer finalmente se esfumó su sueño de reelegirse, no le dieron ni siquiera una salida diga al no incluirlo por “cortesía” en la terna final, la costosa mansión de VEINTE MILLONES DE PESOS que se construyó en esos años y los monumentos que se mandó hacer, quedan como testigos mudos de lo que hizo durante su gestión, caracterizada por ser poco autónoma y subordinada siempre a otro tipo de intereses… Su “pesadilla” se convirtió en realidad y ahora tiene que entregar la oficina a aquél a quién atacó y a quien pretendió desprestigiar, ahora su “tocayo” tomará esa silla que a él por lo visto le quedó muy grande y donde generó muchas inconformidades y quejas por parte de numerosos sectores de la sociedad.

Hoy podemos estar tranquilos pues ya hay Ombudsman y porque desde ahora, ese cargo lo ocupa una persona que se maneja con autonomía, que conoce la CNDH pues ya ha ocupado cargos en la Comisión, entre los que destacan que fue Director General Administrativo, Secretario Técnico, Segundo Visitador y Primer Visitador General, además de haber sido Director General de Asuntos Indígenas y Director General del Programa de Agravios a Periodistas y Defensores Civiles de Derechos Humanos.

Felicidades a Luis Raúl González Pérez y felicidades también a la Comisión Nacional de Derechos Humanos, pues seguramente habrá un cambio significativo, podemos vislumbrar que desde ahora se atenderán de manera extraordinaria cada una de las cuestiones que tenga que atender la Comisión.

¡POR UN CAMBIO EN LA COMISIÓN NACIONAL DE DERECHOS HUMANOS!

¡PORQUE MÉXICO LO MERECE!

¡PORQUE YO, AMO A MÉXICO!