Twitter: @julio_rios

Inmersos en la adrenalina informativa de este país, muchos han olvidado que en noviembre de 2021, el presidente nacional del Partido Acción Nacional (PAN), Marko Cortés, se sinceró ante el Gobernador de Aguascalientes, Martín Orozco, y le confió que en 2024 el blanquiazul estaba condenado a la derrota. Y por ello, había que garantizar un control de daños.

“No, es que es la realidad y buscaremos impulsar y motivar a Diego, gobernador de Guanajuato, a Mauricio Vila, gobernador y que lo sepan mis compañeros porque los estimo, gobernador de Yucatán y a Marú gobernadora de Chihuahua para ver qué logramos rescatar en el 24”, le dijo Cortés a Orozco.

¿Será entonces que el PAN, sabedor de su derrota inminente, prefiere lanzar una candidatura testimonial, para simular una contienda y beneficiarse de las diputaciones y senadurías plurinominales?

No me sorprendería, pues esa es una práctica muy común en Acción Nacional. Al menos en Jalisco, donde radico, han sabido hacerlo muy bien. Los liderazgos y sus compadres o comadres se blindan en los primeros lugares de las listas y a los perfiles frescos los mandan a competir a distritos y municipios complicados a obtener en la calle los votos que de forma indirecta encumbran a la burguesía blanquiazul para disfrutar otros tres años de las mieles del poder. Algo que se reproduce en distintos rincones del país, según refieren varios colegas.

Marko Cortés jamás ha ganado una elección constitucional. Cuando fue senador, llegó por la cómoda vía plurinominal y cuando quiso ser candidato a gobernador de Michoacán, resultó un sonoro fracaso. Ni que decir de su aventura electoral por la presidencia municipal de Morelia, donde también perdió. Pero ahora toma la decisión de morenizar al blanquiazul.

La frase: morenizarse, la he tomado prestada de la portada del diario Milenio del 25 de mayo de 2023 y hace referencia a la decisión de hacer una encuesta para definir al candidato, dejando fuera a una parte sociedad que de forma legítima quiere sentirse representada con una verdadera alternativa de oposición y que queda huérfana porque una vez más, las cúpulas partidistas serían las que decidan.

Marko Cortés anunció que para definir al candidato o candidata de su partido van a echar mano de las siguientes etapas:

• Lanzar una convocatoria en julio

• Depurar la larga lista de aspirantes

• Realizar foros debates en agosto y septiembre

• La encuesta final en noviembre.

Pero lo más delirante e hilarante son los requisitos que imponen.

• 30 por ciento de reconocimiento de la ciudadanía

• Recolección de casi un millón de firmas

• Distribuidas en 17 estados de la República.

Con todo esto, me pregunto:  ¿Realmente la oposición tiene idea de lo qué está haciendo? ¿Exigirle casi un millón de firmas a los aspirantes a la presidencia? ¡Pues si querían poner a Santiago Creel, ni él los alcanza!

Acción Nacional tiene alrededor de 250 mil militantes, es decir: ¡Piden cuatro veces más! ¿En qué mundo vive Marko Cortes  quien, reitero, nunca logró ganar siquiera una elección constitucional municipal?

Obviamente todo va encaminado a descarrilar la candidatura de la senadora Lilly Tellez, que aunque a muchos no nos gustan sus posturas conservadoras, la realidad es que la comunicadora ha ido creciendo en las encuestas y al menos ideológicamente, representa un auténtico contraste con las corcholatas de Morena.

En 2017, Margarita Závala también iba arriba en las encuestas, pero Ricardo Anaya se empecinó en desplazarla, con lo cual la de por si complicada contienda, se volvió una derrota cantada para el PAN. En 2024 podría pasar lo mismo.

Mención aparte, sería una discusión respecto al perfil del candidato o candidata de la oposición. Muchos dicen que ya debería impulsarse a perfiles prudentes y ecuánimes en lugar de a los estruendosos y viscerales, como la propia Lilly Tellez.  Y en ese sentido, está el Gobernador de Yucatán, Mauricio Vila, a quien hemos escuchado en diversas entrevistas, mostrando que se puede ser oposición sin gritos, ni sombrerazos.

Pero eso es otra discusión. Por lo pronto, Marko Cortés ha demostrado estar cortado bajo la misma tijera que Alejandro “Alito” Moreno. A veces ceo que están empecinados en sabotear la nave desde adentro, sin importarles que se hunda con todo y militantes.

¿Será que ellos ya tienen un salvavidas para seguir navegando en las aguas tranquilas de la simulación y el usufructo de las posiciones plurinimonales?