La temporada de huracanes del Atlántico y el Pacífico entra en septiembre, considerado uno de los meses de mayor incidencia de la actividad ciclónica, y se prevé que en la costa pacífica será más intensa, según expertos.
En la actual temporada en el Pacífico Este y Central se han formado 17 tormentas tropicales, mientras que en la cuenca del Atlántico se han registrado seis.
El pronóstico es que debido a la presencia del fenómeno de “El Niño” la temporada del Pacífico sea por encima del promedio y en contraste se reduzca el número de tormentas en la cuenca atlántica, afirmó el especialista del Centro Nacional de Huracanes (CNH), James Franklin.
La tormenta más mortífera que se ha registrado en esta temporada es Erika, que en su paso por el Caribe dejó en la isla de Dominica al menos 31 muertos y centenares de damnificados debido al desbordamiento de ríos y deslaves por las intensas lluvias.
Los daños que provocan los huracanes pueden ser catastróficos y destruir ciudades enteras, dependiendo de la categoría que alcancen sus vientos en la escala Saffir Simpson, de cinco niveles. El daño que provoque un huracán puede ser mayor o menor.
El poderío de un huracán se mide por el número de muertos, por la intensidad, por la presión y por las pérdidas económicas que sufre la región en la que se produce.
En la historia, grandes huracanes han azotado al mundo destruyendo edificaciones y ciudades enteras, sin embargo, algunos de ellos han marcado la historia de muchas familias.
Algunos de los huracanes más poderosos y devastadores de la historia son:
En 1780, el Gran Huracán, también conocido como el huracán San Calixto II, es para la mayoría de los expertos el más destructivo de la historia en la cuenca atlántica. No se tiene constancia del nivel que adquirió ni de la velocidad de sus vientos.
Pero se estima que azotó las Islas Martinica, San Eustaquio y Barbados con vientos que superaban los 320 kilómetros por hora (km/h) y dejó unos 27 mil 500 muertos.
En 1900, el huracán Galveston azotó Texas, Estados Unidos, y se estima que alcanzó vientos de 217 km/h, o categoría 4 en la escala Saffir-Simpson, se calcula que causó unos ocho mil muertos.
En 1959, el huracán México fue un devastador ciclón que afectó la costa mexicana del Pacífico como categoría 5 y murieron unas mil 800 personas, ubicándose como uno de los huracanes más mortíferos. Tocó tierra en Manzanillo, Colima, y luego afectó Jalisco tierra adentro.
En 1969, el huracán Camille uno de los más intensos que ha visto Estados Unidos, alcanzó una velocidad sostenida de 320 km/h y una presión atmosférica de 905 milibares, al azotar Mississippi y Luisiana.
De categoría 5 en la escala Saffir-Simpson causó daños catastróficos, provocó la muerte de 259 personas y causó daños por mil 420 millones de dólares.
En 1988, apareció el huracán Gilberto, otro de los más devastadores que ha conocido la vertiente atlántica. Este ciclón golpeó durante nueve días el Caribe y el Golfo de México.
Tocó tierra por primera vez en Jamaica, siendo ya un huracán de categoría 4 y luego se convirtió en categoría 5 para tocar tierra por segunda vez en Yucatán, México.
Dejó a su paso 341 muertos, la mayoría en México, y daños estimados para los territorios afectados de cinco mil 500 millones de dólares.
En 1997, el huracán Paulina ha sido unos de los más fuertes y mortíferos ciclones de la era moderna en azotar la costa mexicana del Pacífico, afectando Chiapas, Oaxaca y Guerrero.
Se desplazó en forma paralela a la costa mexicana con vientos de 215 km/h hasta entrar en Puerto Angel, Oaxaca, el 9 de octubre de ese año. Se le atribuyen entre 300 y 500 muertes, 300 mil damnificados y daños millonarios.
En 1998, el huracán Mitch, es el segundo huracán más mortífero de la vertiente atlántica del que se tiene constancia, con vientos sostenidos de 290 Km/h. Este huracán dejó 18 mil muertos en América Central entre el 22 de octubre y el 5 de noviembre de ese año.
En 2005, el huracán Katrina, el más mortífero de la era moderna asoló el sur y el centro de Estados Unidos en agosto de ese año. Fue un ciclón de categoría 5, con vientos de 280 Km/h y 902 milibares de presión atmosférica.
A su paso por Nueva Orleans la ciudad quedó inundada en su mayoría, con un total de mil 836 víctimas mortales y 705 desaparecidos. Los daños estimados son de 108 mil millones de dólares.
Ese mismo año, el huracán Wilma también ostenta el récord de intensidad para un fenómeno de estas características.
Se formó como tormenta tropical cerca de las costas de Jamaica, sus vientos alcanzaron los 295 Km/h, su presión mínima llegó a 882 milibares de presión atmosférica, causó daños por valor de 29 mil millones de dólares y produjo unas 63 muertes.
Afectó en el caribe a Cuba, a Florida, Estados Unidos, así como a Yucatán, México.
En 2012, el huracán Sandy afectó como categoría 3 la costa atlántica de Estados Unidos. Entidades como Virginia, Nueva York, Washington y Pensilvania, sufrieron daños estimados en 68 mil millones de dólares y se registraron 13 fallecidos.
En 2013 se formaron los huracanes Manuel e Ingrid, ambos tocaron tierra en México casi al mismo tiempo tanto por el Pacífico como por el Atlántico.
El estado mas dañado fue Guerrero, donde Manuel causó pérdidas millonarias; los daños de este ciclón solo están por debajo de Paulina.
