El Grupo Parlamentario del PAN expresó su rotundo rechazo a las reformas a las leyes secundarias en materia judicial y llamó a la defensa de la independencia judicial, la democracia y el Estado de Derecho que tanto ha costado consolidar.

Las reformas secundarias a discusión “atentan contra la separación de poderes, la independencia judicial, las trayectorias profesionales de gran trascendencia, abonan a la desobediencia sistemática de las determinaciones emitidas por los poderes judiciales y al desprecio al Estado de Derecho, lo que sin duda nos conducirá inevitablemente al autoritarismo”.

Así lo expresó la senadora del PAN, María de Jesús Díaz Marmolejo, quien advirtió que la independencia judicial no puede ser negociada, ni puesta en manos de intereses políticos, y esta propuesta de reforma introduce medidas que robustecen al control centralizado sobre el funcionamiento del Poder Judicial, reduciendo la pluralidad y la autonomía de las instancias judiciales.

“El nombramiento de ciertos cargos clave por parte de la Presidencia de la República y la posibilidad de influir en la elección de jueces y magistrados, abre la puerta a un modelo que promueve el clientelismo político, la politización de la justicia y la vulneración de la libre deliberación judicial” afirmó.

Cuestionó también al órgano de investigación de responsabilidades administrativas, quien será la autoridad que integre expedientes contra los jueces acusados, con un comité de tres de los cinco magistrados del Tribunal de Disciplina, resolverá el expediente y en caso de que el juzgador se inconforme por esa resolución puede apelar en segunda instancia.

“¡Qué falacia! Sí, porque la segunda instancia es el pleno del propio tribunal y su sentencia serán inatacables y definitivas, por lo que es imposible ganar algún recurso, serán juez y parte lapidando así el Poder Judicial autónomo e independiente”

La legisladora sostuvo que con estas reformas se socava la legitimidad y la independencia de la Suprema Corte de Justicia que es el máximo órgano judicial del país y fenecen los contrapesos imprescindibles en un sistema de separación de poderes.

“Quiero hacer un llamado a la reflexión: realmente estamos dispuestos a desaparecer uno de los pilares más importantes de nuestra democracia, a transformar a los jueces en marionetas del poder vulnerando su autonomía y por ende la confianza de la ciudadanía en las instituciones judiciales. La respuesta debe de ser un rotundo “NO” concluyó.

Redacción