La jóven Paquistaní Malala Yousafzai recibió el Premio Nobel de la Paz.
OSLO, NORUEGA.- Tras afirmar que todos los niños tienen derecho a su niñez y a la educación, el director del comité del Nobel, Thorbjorn Jagland, afirmó que "la conciencia de este mundo no conoce mejor expresión" que los ganadores de este año.
En su discurso ante la nobleza noruega, Jagland narró cómo Malala,cuando tenía 15 años, fue atacada por un pistolero del Talibán que le disparó en la cabeza hiriéndola gravemente.
Agregó que los extremistas islámicos aborrecen el conocimiento porque predispone a la libertad. "La concurrencia a la escuela, especialmente de las niñas, les priva del poder", afirmó.
Mencionó asimismo la campaña de Satyarthi por poner fin al trabajo infantil y dijo que abandonó una carrera como ingeniero eléctrico en 1980 para luchar por ese objetivo, y recordó a otro indio, Mahatma Gandhi, que sigue siendo la omisión más notoria en los 113 años de historia del Premio Nobel de la Paz.
Jagland afirmó que los ganadores del premio viven según el principio de Gandhi: "Hay muchos objetivos por los que hubiera dado mi vida. Pero no hay objetivos por los cuales hubiera matado".
El fundador de los premios, el industrial sueco Alfred Nobel, dijo que el premio debía ser para "la persona que haya hecho más o mejor en pos de la fraternidad entre las naciones, por la abolición o reducción de los ejércitos, y por el cumplimiento y promoción de los congresos de paz".
El comité ha interpretado esas instrucciones de manera diferente a lo largo del tiempo, ampliando el concepto de paz para incluir los esfuerzos por mejorar la situación de los derechos humanos, combatir la pobreza y limpiar el ambiente.
Al homenajear a los ganadores de este año, el comité noruego del Nobel vinculó el premio de la paz a los conflictos entre religiones y los derechos de los niños.
Los otros premios —medicina, física, química y literatura— serán entregados en Estocolmo el miércoles. Las ceremonias se realizan siempre el 10 de diciembre, el aniversario de la muerte de Alfred Nobel en 1896
Fuente: EL FINANCIERO
