En conferencia de prensa, el diputado Alejandro Robles se congratuló por la presencia de hombres y mujeres representantes del campo mexicano quienes, aseveró, coinciden con el presidente Andrés Manuel López Obrador en dejar a la Constitución libre de neoliberalismo. Señaló que la presencia de líderes campesinos en Cámara de Diputados se debió a la presentación de la reforma 21, que tiene como objeto derogar la reforma en materia agraria de Carlos Salinas de Gortari que fungió como el acta de defunción del campo mexicano, se comprometió el legislador en coadyuvar para que la iniciativa en materia agraria se incluya en la discusión de las iniciativas del presidente Andrés Manuel López Obrador.

Marisol Prieto, por su parte, señaló que presentarían una iniciativa constitucional para recuperar los derechos campesinos arrebatados por los gobiernos neoliberales en los pasados más de 36 años cuando modificaron el pacto social proclamado el 5 de febrero de 1917, legislación que puso fin a la revolución democrática campesina iniciada el 20 de noviembre de 1910 contra la dictadura porfirista reclamando democracia, tierra y libertad. Señaló también que los campesinos son una quinta parte de la población y poseen la mitad del territorio de México que es propiedad social. Lo que significa más de un millón de kilómetros cuadrados.

Por otro lado, Felipe Rodríguez puntualizó que el movimiento social está vivo y que se está defendiendo el territorio en todo el país ante el asedio de los neoliberales quienes se están apoderando del agua, de las tierras. Mencionó que se están acuerpando en la asamblea nacional indígena, campesina y social para impulsar desde los pueblos la reforma al artículo 27 constitucional que presentarán en días próximos.

Por su parte, Macario Hernández, señaló que desde que se entregaron los territorios, aguas y demás recursos naturales a unas cuantas familias de latifundistas de origen extranjeros que orillaron a los mexicanos a una vida de precariedad, sin derecho a la salud, a la vivienda digna, sin posibilidad de tener derecho a una vida digna ni las posibilidades de tener un trabajo decente con goce de derechos laborales, las y los campesinos mexicanos desde entonces decidieron luchar por la tierra y tomar las armas en sus manos para unirse al movimiento zapatista y recuperar su derecho a una vida digna y a la tierra y sus frutos. Finalizó diciendo que se debe poner fin al neoliberalismo salinista de 1992 y restablecer el pacto social y la relación Estado-campesinado. El campesinado está en pie de lucha para derrumbar el orden neoliberal.

Por último, el diputado Fernando Marín Díaz se comprometió a retomar e impulsar en días próximos la iniciativa 21 que da vida al campo mexicano.

Redacción