Columna “El Meollo del Asunto”

Por: Daniel Vales.

Todas las personas creemos en algo o en alguien. Hasta hace poco más de medio siglo, lo más común a todos era creer en DIOS. En el de la Biblia.

Hoy, el Humanismo Secular y el Progresismo han diversificado tanto el panorama de las creencias humanas hasta llegar a establecer la premisa que hay gente que cree que no cree en nada. Sin embargo, nadie existe sin creer en algo.

La religión ha estado presente en la vida del ser humano desde su origen. En la cosmovisión de las personas. Sea cual sea el concepto de la vida que uno tenga, sea como sea que se conciba la vida, la teología estará presente o ausente. Como en el ateísmo, que es la descreencia de la deidad(es).

La Religión como tal ha sido importante en la historia de los pueblos. Los que han sido fundados en su mayoría con base en alguna. Todas las religiones demandan un elemento básico. La Fe.

Cuando se habla o se escribe en español de Religión, siempre hago una aclaración: se debería de escribir la palabra Credo y no Religión. Ya que una cosa es la Religión y otra cosa es la Fe o Credo. Pues implica creencia. Religión, no. La gente se confunde.

Escribir de lo mismo en inglés no demanda tal aclaración. Ya que la palabra Fe, “Faith”, denota inmediatamente una creencia o credo. Es decir, al hablar o escribir de la fe cristiana, “Christian faith”, inmediatamente se entiende la creencia en el movimiento que nace en Jerusalén, hace 20 siglos y que mantiene como eje fundamental la persona de Jesús de Nazareth, llamado el Cristo.

La Fe cristiana sostiene y se basa en la resurrección corpórea de Jesús, al tercer día de haber sido llevado a la muerte en una cruz, “en el tiempo de Poncio Pilato”. Evento que se acaba de celebrar hace apenas una semana en todo el mundo cristiano.

Este tipo de fe da origen a diverso tipo de religiones “cristianas”. A saber tres principales. Católico romana Evangélica y Ortodoxa, con múltiples expresiones, todas con la misma base. Jesús de Nazareth.

Sin embargo, religiones existen muchas diferentes en el mundo. Son las llamadas paganas. Que son politeístas.

La Religión es diferente a la Fe. ¿En qué se diferencian? Para no confundir mucho al lector lo describiré de la siguiente forma.

La religión es el esfuerzo del ser humano por acercarse a DIOS, cuando DIOS no le ha dado consentimiento.

La Fe es tener la plena seguridad de recibir lo que se espera; es estar convencidos de la realidad de cosas que no vemos.

No hay necesidad de esforzarse en nada más. Ya que La Fe es una creencia en algo o en alguien cuyas verdades se aceptan o rechazan.

Expuesto lo anterior paso a tratar de interpretar lo que el INEGI ha dado a conocer recientemente y que se ha publicado este año en su página de Internet.

El INEGI indica que hay 4.5 millones de jóvenes que no profesan alguna religión. Que son poco más del 10% de la población entre los 12 y 29 años de edad.

Indica que 84 millones de la población en general son católicos, 8 millones son evangélicos y 2 millones de algún otro credo.

También muestra el crecimiento de la población que se dice atea. Nos da un porcentaje del 10% de la población.

Me llama la atención la interpretación que se hace del dato estadístico sobre los jóvenes.

Jorge Traslosheros, investigador del Instituto de Investigaciones Históricas de la UNAM, indica que: “los jóvenes sí creen en Dios, pero no se identifica con ninguna religión, no son ajenos, pero no están dispuestos a afiliarse a ninguna religión”.

Por su parte, Elio Masferrer, investigador de la Escuela Nacional de Antropología e Historia (ENAH), indica que; “la falta de fe en alguna religión es una tendencia a nivel mundial”.

Cosa que es cierta, solo que Masferr apunta hacia una falta de fe en la religión. Lo que dificulta establecer si los jóvenes creen en DIOS o no. Si tienen un credo o no lo tienen. No así Traslosheros, quien va más allá e indica que la falta de “fe” de los jóvenes, es también en las instituciones. Incluyendo instituciones políticas, no solo las religiosas o propagadoras de la “Fe”.

Esto demuestra por sí solo las diferentes interpretaciones que se pueden dar a un mismo estudio. Que se pueden tener conclusiones diferentes del mismo ejercicio. ¿Por qué? Porque se parte de diferentes premisas o conceptos. Una cosa es la Fe o Credo, otra la Religión. Una cosa es gimnasia, otra cosa es magnesia.

El estudio del INEGI indica que los jóvenes

Sí creen en DIOS, pero no se identifican con alguna religión.

Interpreto esto como el que no se identifican con alguna institución propagadora de un credo. Cosa que es cierta. Como también lo es que los jóvenes no se identifican con los partidos políticos. Por ello no asisten a votar el día de las elecciones.

El dato es importante por varias razones que trataré en entregas futuras. Mas, como tenemos enfrente de nosotros una elección y como el universo de nuevos votantes es grande, algo así como de 14 millones de ellos, se hace necesario conocer el dato para tratarlo como se debe. Con seriedad.

Estos jóvenes definirán la elección en México. También es importante el dato para las instituciones religiosas. ¿Por qué?

Porque han perdido su influencia con las nuevas generaciones debido a la inconsistencia de su conducta con su mensaje. No hay congruencia entre lo que hacen con lo que predican.

Se rechaza la Fe debido a que la evidencia que están presentando ambas instituciones es insuficiente. No porque los jóvenes quieran rechazarlas.

Concluyo que lo que indica el estudio del INEGI se debe a ello. Que los problemas vivenciales que a diario conocemos se deben a lo mismo. Inclusive a la diferencia de interpretación de los investigadores. A la falta de evidencia cristiana en la vida diaria.

O como lo diría Jesucristo en su analogía sobre la sal: “Cuando la sal pierde su sabor deja de servir y entonces solo sirve para ser pisoteada”.

Y el estudio del INEGI indica que la sal ha perdido su sabor. Lo que es muy grave y también, el Meollo del Asunto.

Twitter: @elmeoyodlasunto

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Red: www.danielvallesperiodista.com

Imagen de: (© Marie-Armelle Beaulieu/C)TS)